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Reportaje:

"Señores pasajeros, si huelen a quemado, no se asusten: son los frenos"

Un avión que iba a México con 387 pasajeros vuelve a El Prat por una avería

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Los 387 pasajeros del vuelo IWD 9865 de la compañía Iberworld, con destino a Cancún (México), no se esperaban ayer un inicio de vacaciones tan accidentado. El aparato, un Airbus A330, despegó del aeropuerto de El Prat con normalidad a las 12.25 horas. Media hora después, el avión tuvo que regresar por un problema en el tren de aterrizaje. Fuentes de la empresa explicaron que la avería se produjo en un sensor de las puertas que dejan salir las ruedas. Al ser un vuelo largo, los neumáticos se habrían congelado si el avión hubiera continuado su rumbo.

"El comandante nos ha explicado la avería y hemos dado la vuelta. Íbamos un poco acojonados", explicó Rosa Llavina, una de las pasajeras del vuelo. Con la tragedia de Barajas en la mente de todos los ocupantes, el avión dio media vuelta y encaró el aeropuerto, aunque, según el relato de los pasajeros, se encontró con otro aparato e hizo un giro brusco para evitarlo. "He visto un avión por la ventanilla, a unos 50 metros, y justo después el aparato ha bandeado. El rebufo habrá provocado la maniobra", relató Alex Fernández. "El avión empezó a girar a la izquierda y viró totalmente a la derecha, íbamos muy inclinados", prosiguió Javier Cruz. "En ese momento nos hemos cagado todos", remachaba su amigo Jordi Guevara.

El aparato giró bruscamente para evitar a otro, según los pasajeros
"No estás tranquila hasta que aterrizas, tienes miedo" relata una pasajera
El vuelo saldrá hoy con 24 horas de retraso tras ser reparado el avión
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Tras dar dos vueltas al aeropuerto el comandante recibió la orden de aterrizar. Cargado de combustible, la frenada fue fuerte. "El piloto, que en todo momento nos explicó la situación y nos tranquilizó, avisó cuando tomamos tierra: 'Señores pasajeros, si huelen a quemado, no se asusten: son los frenos'", narraba Rosa Llavina.

Tras aterrizar, los pasajeros aplaudieron a rabiar. "Con hechos tan recientes, no estás tranquila hasta que aterrizas, tienes miedo", confesaba Maria Rosa Vilamitjana, que se quedó con mal cuerpo tras el incidente: "Ya no vuelas con la misma ilusión de un primer día de vacaciones". Pese a los nervios de algunos, el ambiente en el avión era "tranquilo", según el relato de varios viajeros. "Si hay una avería preferio volver y que lo arreglen. ¡Imagina que llegamos a Cancún y no sale el tren de aterrizaje!", exclamaba una pasajera. "Algún niño lloraba, pero la mayoría de gente estaba tranquila. El aterrizaje ha ido bien", contaba Jaume Casals.

Tras esperar una hora en tierra, la aerolínea trasladó a los afectados a dos hoteles de Sabadell, dónde comieron un bufé improvisado y esperaron información de la compañía. Sin embargo, nadie de Iberworld se personó a atenderlos en los primeros momentos, lo que los dejó bastante intranquilos. La nula información por parte de la compañía fue la principal queja de los afectados. "No ha venido nadie, estamos aquí solos en el hotel", lamentaba Jordi Guevara. "Nadie nos dice nada, e Iberworld se lava las manos", clamaba otro pasajero.

Hacia las ocho de la tarde, cuando los viajeros llevaban cuatro horas esperando sin saber nada, responsables de la compañía se personaron en los hoteles para reunirse con los afectados. Todos ellos habían contratado a través de diferentes agencias de viaje un paquete turístico para pasar una semana de vacaciones en Cancún.

Pese a que la intención de la compañía era volar a las 22.00 de ayer, los pasajeros del avión averiado tuvieron que pasar la noche en Sabadell por la dificultad que presentaba la reparación de la puerta del tren de aterrizaje. El vuelo saldrá hoy al mediodía, con 24 horas de retraso y la pieza averiada, sustituida por una nueva.

El de ayer no es el primer incidente que sufre este verano un vuelo de Iberworld con destino a Cancún. A mediados de junio, 250 pasajeros que habían contratado un paquete de la compañía Iberojet para viajar a la turística ciudad mexicana se quedaron sin vacaciones por la cancelación del vuelo. Los pasajeros recibieron el importe del viaje y una compensación del 25% con la condición de no denunciar a la compañía.

El piloto informó a los pasajeros de un problema en el freno del avión. AENA investigará los riesgos de la maniobra del avión, que tuvo que improvisar para aterrizar de emergencia en el aeropuerto barcelonés de El Prat.Vídeo: AGENCIA ATLAS

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