Pasajeros de un vuelo de Iberworld suspendido ayer por una avería renuncian a viajar a Cancún
Un fallo en el tren de emergencia obligó ayer al piloto a regresar a El Prat media hora después del despegue
Más de medio centenar de viajeros del vuelo de Iberworld que ayer salió de Barcelona con destino a Cancún (México) y que regresó a tierra tras el despegue al detectar el comandante una avería en el sensor del tren de aterrizaje han decidido no volar y regresar a sus casas porque tienen miedo. Según ha explicado Montse, una de las pasajeras, que prefiere dejar el viaje para otra ocasión, "la gente se queda porque no sabe si todo saldrá bien y son muchas horas de vuelo, y en mi caso porque no quiero coger el mismo avión que ayer, como le pasa a muchas personas".
Montse tiene previsto regresar a su casa de Badalona (Barcelona) después de ir al aeropuerto a despedir a unos amigos con los que viajaba, que sí continuarán con sus planes de vacaciones.
"la gente se queda porque no sabe si todo saldrá bien y son muchas horas de vuelo", afirma Montse
Esta pasajera ha estado alojada desde las 17.00 horas de ayer en el hotel Verdi de Sabadell (Barcelona), junto con otros 211 pasajeros, según ha confirmado un empleado del establecimiento. El resto de los pasajeros se acomodaron en otros hoteles de la ciudad y también hay viajeros que decidieron pasar la noche en su casa para regresar esta mañana al aeropuerto y seguir con el viaje.
El vuelo de Iberworld, un Airbus A330 que cubría la ruta Barcelna-Cancún (México) y que llevaba 387 pasajeros a bordo, salió ayer a las 13.10 horas de El Prat, pero tuvo que regresar a tierra media hora después del despegue tras detectar el comandante una avería en el sensor del tren de aterrizaje. Fuentes de la empresa explicaron que la avería se produjo en un sensor de las puertas que dejan salir las ruedas. Al ser un vuelo largo, los neumáticos se habrían congelado si el avión hubiera continuado su rumbo.
"El comandante nos ha explicado la avería y hemos dado la vuelta. Íbamos un poco acojonados", explicó ayer Rosa Llavina, una de las pasajeras del vuelo, a EL PAÍS. Con la tragedia de Barajas en la mente de todos los ocupantes, el avión dio media vuelta y encaró el aeropuerto, aunque, según el relato de los pasajeros, se encontró con otro aparato e hizo un giro brusco para evitarlo. "He visto un avión por la ventanilla, a unos 50 metros, y justo después el aparato ha bandeado. El rebufo habrá provocado la maniobra", relató Alex Fernández.
Tras dar dos vueltas al aeropuerto el comandante recibió la orden de aterrizar. Cargado de combustible, la frenada fue fuerte. "El piloto, que en todo momento nos explicó la situación y nos tranquilizó, avisó cuando tomamos tierra: 'Señores pasajeros, si huelen a quemado, no se asusten: son los frenos'", narraba Rosa Llavina.
El de ayer no es el primer incidente que sufre este verano un vuelo de Iberworld con destino a Cancún. A mediados de junio, 250 pasajeros que habían contratado un paquete de la compañía Iberojet para viajar a la turística ciudad mexicana se quedaron sin vacaciones por la cancelación del vuelo. Los pasajeros recibieron el importe del viaje y una compensación del 25% con la condición de no denunciar a la compañía.
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