"Al volante eran muy prudentes"

"Eran dos bellísimas personas que disfrutaron de la vida hasta el final, eso es lo importante". Afligida por el dolor, la joven que pronunciaba ayer estas palabras en Getxo quería rendir así un último homenaje a dos de sus mejores amigas: Emma Terceño, abogada, y Eneritz Belasko, empleada en la empresa de tecnología Labein, ambas de 31 años, fallecieron el pasado lunes en un accidente de coche en Marruecos, donde se hallaban de vacaciones. Gabriela Bengoa, de 32 años, quien viajaba con ellas, sobrevivió al choque.

Las tres jóvenes, alegres y con un apetito voraz por la vida, según el relato de sus amistades, eran compañeras de viaje habituales y habían emprendido una de sus tantas aventuras de verano. "Las vi por ultima vez el martes o el miércoles de la semana pasada. Ahí estaban, tan contentas, arreglando las mochilas para el viaje. El jueves [día 14] se fueron", cuenta la misma conocida, quien compartió media vida con las dos fallecidas.

"La última vez que las vi preparaban la mochila para irse de viaje"

El accidente de Barajas retrasó el regreso de la joven superviviente

Marruecos fue el destino elegido. Al llegar, alquilaron un Fiat y empezaron su recorrido por el país vecino. "Eran muy prudentes al volante. Iban planificando el viaje sobre la marcha", explica otra de sus amigas. Llevaban unos días en Esauira, una bella ciudad en la costa marroquí que sirvió de escenario para el Othello de Orson Welles. El lunes a media mañana emprendieron el viaje hacia Safi por una carretera de doble carril, estrecha, pero en condiciones aceptables, según explicó ayer a este periódico el cónsul general de España en Agadir, José Pintor. A la altura del kilómetro 58, y sin que interviniese ningún otro vehículo, el coche se salió de la calzada y pisó el arcén sin asfaltar. La conductora, una de las dos fallecidas, perdió el control del turismo, que chocó contra un árbol y volcó.

"Eran tres chicas ilusionadas a las que les hablaron de un país fascinante y con esa ilusión fueron", explicó a EL PAÍS el padre de Gabriela, Juan Manuel Bengoa, quien ayer tarde aún no sabía si su hija podría llegar al aeropuerto de Bilbao a las 23.00 como tenía previsto, haciendo escala previa en Madrid. "En Barajas hay retrasos de hasta tres horas por el accidente. Es posible que tenga que pasar la noche allí", precisó.

El cónsul explicó que se están tramitando todos los permisos necesarios para poder repatriar cuanto antes los cadáveres.