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Reportaje:Aste Nagusia

Una oferta musical múltiple para atraer a 300.000 personas

Las actuaciones se repartirán a lo largo de siete espacios temáticos

El tiempo en que los aficionados vizcaínos esperaban ansiosos conocer la programación musical de la Aste Nagusia ha quedado atrás. Las fiestas de Bilbao ya no suponen la casi única oportunidad de poder escuchar y contemplar en vivo a muchos grupos que pegan fuerte, con lo que la feria musical ha perdido ese halo de excepcionalidad. Con todo, sigue siendo un "distintivo" de "la oferta lúdica y gratuita más importante del norte de la Península", como la concejalía de Turismo y Fiestas se refiere a la Aste Nagusia. De hecho, el propósito es atraer con la programación musical a 300.000 espectadores a lo largo de estos nueve días.

La organización ha cambiado definitivamente de estrategia. Hace siete años, la contratación de un Manu Chao en la cresta de la ola se presentó como el comienzo de una nueva política en la selección musical de las fiestas de la ciudad: todas las ediciones iban a contar con un primer espada internacional que haría las veces de gran reclamo de la semana. Aunque en ediciones posteriores se contó con Pet Shop Boys, Simple Minds y Juanes, pronto se reveló una medida difícil de cumplir. El dinero da de sí lo que da, y más en tiempo de inflación galopante en el sector de la música en vivo. Distintas circunstancias llevaron a suspender actuaciones estelares de Primal Scream, The Prodigy, Don Omar y Madness, lo que acarreó incluso rifirrafes políticos.

Definitivamente se ha renunciado a un 'primera fila' internacional
El cartel incluye a Amaral, Barricada, Rosario, OCB, Manu Dibango o Los Sirex

Por si ello fuera poco, hay que sumar a la lista de inconvenientes el hecho de que la ciudad cuenta ya con el Bilbao BBK Live, un festival en el que cada verano actúan conjuntos como The Police, R.E.M., ZZ Top, Guns 'N Roses o Metallica. Fruto de la creciente competencia, municipios cercanos también han echado mano de la chequera para contar en sus propios festejos patronales con artistas bien conocidos. Y el resto del año Euskadi ya es una escala para grupos o solistas de relumbrón. "Los conciertos han sido el principal motor de la actividad cultural en el País Vasco", dice Ignacio Casado, director de la SGAEditores en Euskadi.

"El Ayuntamiento no es el único programador festivo de la ciudad, ni el único promotor turístico. Otras iniciativas públicas y privadas enriquecen ya el panorama de la villa", reconoce la concejalía de Turismo. Todo ello ha llevado a la renuncia definitiva a contar cada año con una luminaria internacional que haga palidecer el resto del programa y todos los esfuerzos se han volcado en configurar, con un presupuesto que viene a rondar los 900.000 euros, un cartel caracterizado por "la diversidad de estilos, la cantidad de conciertos, la calidad de los artistas y el carácter gratuito".

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Un año más, las actuaciones se han repartido en siete espacios temáticos, aunque el más concurrido será la explanada de Botica Vieja, que acogerá por sexto año consecutivo los conciertos de mayor formato y tirón popular, protagonizados esta vez por nombres destacados del panorama pop rock nacional, como Amaral (día 22) y Hombres G (día 21), que seguramente serán los que atriagan más público. Junto a otras contrataciones previsibles, como las de Barricada (19) y Amparanoia (20), destaca la intención de salirse del guión al contratar para el escenario principal a los franceses The Teenagers (hoy), un fenómeno de Internet, y a Travis (23), un grupo escocés que adelantará las canciones de su sexto álbum, Ode to J. Smith.

Abandoibarra muestra un perfil más conservador, con la BOS, Rosario, Oskorri, Siniestro Total, El Consorcio y Carlos Baute (del 18 al 23, respectivamente). Quizá las mayores sorpresas tendrán por marco, curiosamente, el recinto que menos público frecuenta: la Iglesia de La Encarnación. En ese reducto de la música clásica actuarán formaciones como OCB, una orquesta francesa de contrabajos (hoy). o The Graffiti Classics (22), un cuarteto londinense que quiere adaptar la formación tradicional del cuarteto de cuerda al siglo XXI.

En la Plaza Nueva, escaparate del flamenco y la llamada world music que pretende ser "referencia para un público fiel y entendido", destacan Manu Dibango (hoy), Cristina del Valle (21) y The Heptones (23). La muestra de pop rock local continúa su peregrinaje y se celebrará por primera vez en la calle Bailén. Llama la atención la inclusión como "local" del grupo guipuzcoano Munlet (hoy).

En el Arenal convivirán las mañanas de la Banda Municipal de Música (todos los días de mañana al 24) y las noches con las clásicas orquestas de verbena (entre hoy y el 23), mientras que la Pérgola de Doña Casilda, sede de bilbainadas y guateques, será nuevamente el epicentro de una propuesta basada en la nostalgia, con nombres llegados de los sesenta como Los Sirex (21), Los Brincos (23), Micky (19), Los Tres Sudamericanos (18), el Trío Siboney (mañana) y Los Cinco Bilbaínos (21).

A quien no le baste esta oferta gratuita, se podrá pasar por el Guggenheim o la sala Kafe Antzokia, que programarán estos días recitales de pago. El museo organiza en su atrio Las noches del Guggenheim Bilbao, en las que, de martes a viernes, actuarán Jesse Davis & Desterity, Iñaki Salvador & Antonio Serrano, Listen! y Giulia Valle Group. De domingo a jueves, el Kafe acogerá bolos encabezados por Grupo de Expertos Solynieve, The Cynics, Facto Delafé Y Las Flores Azules, The (International) Noise Conspiracy y Michael Rose & The Cool Running. Quien no acuda a un concierto estos días será porque no quiere, no porque no haya una propuesta ajustada a su gusto.

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