La Seu Vella tendrá que esperar a 2009 para rehabilitarse

El campanario del conjunto monumental de la Seu Vella de Lleida, de más de 60 metros de altura, necesita una inversión millonaria para reparar los desperfectos que presenta debido al paso del tiempo y evitar los desprendimientos de piedras que esta semana han obligado a la Generalitat a acometer unos trabajos de urgencia para garantizar la seguridad.

El pasado lunes se iniciaron las tareas de consolidación de la torre, después de que algunas piezas cayeran al suelo y obligaran a cerrar el principal acceso al monumento. El director de los Servicios Territoriales de Cultura en Lleida, Ferran Rella, dijo ayer que la intervención de urgencia ha permitido eliminar las piedras que corrían peligro de desprenderse y reconoció que sería necesario llevar a cabo una reparación de mayor envergadura.

Ello, según Rella, implicaría una elevada inversión, algo difícil de acometer en este momento por razones presupuestarias, pero sí a partir de 2009, cuando se constituya el consorcio entre Generalitat y Ayuntamiento para gestionar juntos el monumento.

La situación del campanario de la Seu Vella, al igual que otras partes del conjunto como la catedral, el claustro, la Suda y las murallas, es consecuencia de la falta de inversiones. Las administraciones se han limitado a aplicar soluciones parciales a su degradación. "Con esta actuación se ha comprobado lo que ya sabíamos, que el monumento está hecho con piedra arenosa que se deteriora con el tiempo y que tiene una fecha de caducidad. Sustituirla requiere muchos millones", añadió.

La intervención continuará durante varios días y será necesario colocar una nueva plataforma elevada que permita a los operarios llegar hasta una altura de 48 metros. Rella cree que el viernes de la próxima semana se podrá reabrir la puerta de los Bernats. Ahora el acceso a la antigua catedral se realiza por el puente levadizo. Asimismo, anunció que el 19 de septiembre se inaugurará el rehabilitado edificio de la Canónica, anexo a la catedral.