La dirección de UBS sabía que el banco ayudaba a defraudar
Una carta desvela que la cúpula estaba al tanto en EE UU
La dirección del coloso financiero suizo UBS sabía que algunos de sus emleados se arriesgaban a violar la legislación en EE UU al prestar servicios de asesoría fiscal a clientes estadounidenses que no estaban debidamente registrados y que se sospecha dirigían su dinero hacia paraísos fiscales. Es la lectura que se hace de una carta firmada por el presidente del consejo, Peter Kurer, y que llegó a manos del ahora consejero delegado, Marcel Rohner.
Los problemas de UBS no se quedan en el fiasco de las hipotecas subprime o la venta de deuda opaca a clientes privados e institucionales en EE UU. El banco suizo, el mayor gestor de fortunas del mundo, está bajo un fuego intenso desde hace meses en Washington por haber ayudado a millonarios estadounidenses a evadir impuestos por un valor cercano a 200.000 millones de dólares.
Financial Times echó ayer más leña al fuego con la publicación del contenido de la misiva fechada en mayo de 2006, un año antes de que EE UU empezara a investigar el escándalo. El destinatario de la carta, que está en manos del Departamento de Justicia, era Bradley Birkenfeld, un ex empleado de UBS en Nueva York, contra el que se presentaron cargos por conspiración para defraudar al fisco.
Paraísos fiscales
Birkenfeld, que se declaró culpable a mediados de junio pasado y empezó a cooperar con las autoridades estadounidenses, ayudaba a sus adinerados clientes a crear entidades ficticias y fondos en paraísos fiscales en Europa, para que así pudieran ocultar parte de su patrimonio. El fraude se desarrolló entre 2001 y 2007. Una copia de esa carta llegó también a manos de Marcel Rohner, entonces responsable de banca privada.
La dirección de UBS se disculpó ayer ante una comisión de investigación del Senado, y anunció que desmantelaba ese servicio de asesoría. La carta da a entender que Kurer estaba al corriente de lo que hacían algunos de sus banqueros. La entidad suiza, que evita dar nombres de los individuos a los que asesoró ni entra en detalles de la carta, insiste en que ya se revisaron estas prácticas y que lanzaron recomendaciones que están en proceso de aplicación.
Financial Times, citando fuentes del banco, precisa que la carta del entonces consejero general se limitaba a alertar de los problemas que creaban algunas de sus prácticas y que fueron puestos en evidencia por Birkenfeld.
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