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Una muerta al volcar una ambulancia que trasladaba a pacientes de cáncer

La víctima acompañaba a su marido, muy grave tras el accidente

Una mujer de 60 años falleció ayer al salirse de la carretera y volcar violentamente la ambulancia en la que viajaba, que transportaba a tres pacientes de cáncer y a las parejas de dos de ellos al Instituto Valenciano de Oncología (IVO).

En el accaidente, que se produjo hacia las 8.00 en la A-7, entre Alberic y La Llosa de Ranes, hubo cuatro heridos más, según informaron la Consejería de Sanidad y el Consorcio de Bomberos. El más grave es el marido de la víctima, de 64 años, que padece un tumor en la mandíbula y acudía a una sesión de radioterapia. Está ingresado en la UCI del hospital de La Ribera con un pronóstico muy grave por un traumatismo craneoencefálico y contusiones múltiples. En el mismo centro se encuentra también hospitalizada una mujer de 60 años muy grave, con fracturas en el tobillo y el codo. Acompañaba a su marido, que resultó ileso y que acudía a una consulta relacionada con el tumor de laringe que padece, indicaron desde el IVO.

Además, otras dos personas sufrieron heridas leves. Se trata de una paciente de 40 años con cáncer de mama, que también tenía hoy tratamiento radiológico, y el conductor del vehículo, de 22 años. En un primer momento ambos fueron ingresados en el hospital de Xàtiva, pero como su estado de salud era satisfactorio, al cabo del día fueron trasladados al hospital de Elda, más cercano a la residencia de ambos.

El accidente se produjo hora y media después de que la ambulancia no asistida -vehículo sin material médico para atender urgencias y habilitado para transportes- comenzara su ruta de madrugada, a las 6.30. El vehículo partió de Villena, donde recogió a la fallecida y a su pareja. Después, pasó por Salinas, localidad en la que reside la paciente de 40 años que sufrió heridas leves, y tras subir los dos últimos pasajeros en Monòver se encaminó hacia Valencia por la autovía.

A unos 35 kilómetros de su destino, el conductor perdió el control de la ambulancia, que salió de la carretera por el costado derecho, invadió el arcén y dio varias vueltas de campana antes de pararse. El fuerte golpe que sufrió la furgoneta hizo que se hundiera el techo, de forma que los bomberos tuvieron que seccionar parte del armazón metálico hundido para sacar a los heridos.El conductor de la ambulancia siniestrada ayer trabajaba desde hace tres años en la empresa contratada por la Consejería de Sanidad para trasladar pacientes al IVO, según informaron desde el departamento que dirige Manuel Cervera, que destacaron que no había trabajado el fin de semana. De hecho, era el chófer encargado de realizar habitualmente la ruta que conecta Villena, Salinas y Monòver con el hospital valenciano.

Como el 90% de las 5.600 las personas que atiende el IVO cada año, los tres pacientes que viajaban en la ambulancia habían sido derivados desde la red sanitaria pública a esta fundación privada especializada en asistir a personas con procesos oncológicos. "Aquí nos llegan pacientes remitidos desde muchos sitios: hospitales, centros de salud, de especialidades, aseguradoras...", señalan desde el centro. "A veces los envían directamente los médicos pero hay ocasiones que lo solicitan los propios pacientes".

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El traslado de enfermos a hospitales alejados de donde residen mediante ambulancias como la accidentada ayer es frecuente. Los principales destinos son La Fe, el hospital General de Valencia -de la red pública- y el IVO. Los pacientes son mayoritariamente personas que acuden a recibir tratamientos oncológicos, diálisis, afectados por fibrosis quística o que necesitan someterse a procesos de rehabilitación muy específicos que no se ofrecen en hospitales comarcales. En el caso del IVO, generalmente se derivan personas para recibir radiocirugía o braquiterapia. También en el caso de determinados tumores de cabeza y cuello, y otros procesos neoplásicos que revisten especial complejidad.

Al año hay unos 1.100 servicios de transporte de este tipo -en los que pueden viajar uno o varios enfermos-, según cálculos de la Consejería de Sanidad, a los que habría que sumar los procedentes de comunidades limítrofes que envían sus pacientes a hospitales valencianos a recibir tratamientos que ellos no ofrecen.

Para evitar la incomodidad que comporta este tipo de traslados, la fundación del IVO ha puesto en marcha una labor de descentralización que permita a sus pacientes recibir el tratamiento que necesitan más cerca de casa. En esta filosofía se enmarcan las unidades abiertas en Alcoi y en Cuenca. "Nuestra política trata de acercar los tratamientos a los ciudadanos", apuntaron ayer a este diario fuentes del instituto de oncología.

Los bomberos tuvieron que sacar a algunas de las víctimas que quedaron atrapadas.
Los bomberos tuvieron que sacar a algunas de las víctimas que quedaron atrapadas.JOSÉ JORDÁN

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