El aceite italiano habla español
SOS Cuétara ha comprado desde 2005 tres aceiteras de Italia por 830 millones
España, con una media de 1,3 millones de toneladas, es líder indiscutible en la producción de aceite de oliva y el mayor operador en los mercados exteriores, con ventas superiores a las 600.000 toneladas.
De Italia, aunque oficialmente se han manejado producciones de entre 500.000 y hasta 600.000 toneladas, nunca se supieron las cifras reales, que en medios del sector se estiman en sólo unas 350.000. La diferencia para cubrir sus necesidades de consumo interno y exportaciones se llenaron siempre, en primer lugar, con cisternas españolas, junto a otras procedentes de Grecia y de países del norte de África, como Túnez. Bruselas, tan dada a los controles y multas en otros países, parece que ya ha tirado la toalla ante las cifras del aceite italiano.
La firma española suma con Bertolli el 22% del mercado mundial del aceite
El grupo es líder de ventas en todos los principales países consumidores
Sin embargo, a pesar de esta situación, históricamente el aceite de oliva, desde la producción hasta la comercialización, ha estado asociado con este país. En una encuesta realizada en su día por el Consejo Oleícola Internacional sobre la percepción del aceite de oliva en el mundo, los consumidores asociaban aceite con mar Mediterráneo, Italia, Grecia, con la rama de olivo, la paloma de la paz y hasta con los motivos religiosos como los óleos del bautismo o de la santa unción. En casi ningún caso se asociaba el aceite de oliva con España.
A la vista de esta situación, fueron varios los industriales españoles que, en el pasado, trataron de llegar a los mercados exteriores vía Italia. En esa línea, firmas como Borges optaron por envasar parte de su aceite para la exportación en Italia, y algunas cooperativas también consideraron la posibilidad de estar presentes en ese país para exportar bajo una leyenda italiana en sus etiquetas.
Estados Unidos, con una demanda en aumento que actualmente se cifra en unas 260.000 toneladas, es uno de los mercados que ha crecido más y que ofrece además las mayores posibilidades de crecimiento para un aceite de calidad. Se trata de un producto apoyado en ese país por los expertos en nutrición y salud y reconocido como alimento por las autoridades, gracias, entre otras, a las investigaciones de los doctores españoles Pedro Mata y Francisco Jiménez. Las buenas perspectivas de crecimiento hicieron que diferentes firmas españolas apostaran por ese mercado, tanto por la vía de acuerdos con grupos de distribución como con empresas propias como son los casos de Borges y, obviamente, el grupo SOS Cuétara, a través de las redes de distribución de sus empresas en el sector del arroz.
Aunque estas estrategias para ganar cuota en el mercado norteamericano dieron buenos resultados, los responsables del grupo SOS Cuétara (Koipe-Carbonell) llegaron pronto a la conclusión de que, para ganar realmente cuota en ese mercado en el aceite de oliva, la vía más rápida era acceder al mismo bajo empresas y marcas italianas dada la gran presencia y tradición de las mismas en ese país.
Fruto de ese análisis, los responsables de SOS Cuétara iniciaron una nueva estrategia para abordar los mercados exteriores, y muy especialmente el norteamericano. La salida pasaba por desembarcar en Italia y operar con marcas y empresas de ese país, sin renunciar a las españolas de mayor peso en el sector, como Carbonell y Koipe.
La primera operación en esta línea se realizó en 2004 con la compra de Minerva por un montante de 63 millones de euros. Esta compra supuso para el grupo incorporar la marca Saxo. Un año más tarde, el grupo español acordaba la compra del grupo Carapelli por un montante de 128 millones. La tercera operación en esta estrategia y, probablemente, la última en ese país, ha sido la compra al grupo Unilever de la enseña Bertolli para aceites de oliva, semillas y vinagres, por un montante de 630 millones de euros incluidos en el pago unos importantes stocks de aceite de oliva.
Al margen del aceite de oliva, SOS Cuétara adquirió igualmente en 2006 a la multinacional angloholandesa Unilever la empresa Friol, también en Italia, especializada en aceite de semillas para freír.
Con la última operación, pendiente de la aprobación de las autoridades de la Competencia en Italia, Alemania y Estados Unidos, se puede decir que el aceite italiano ha pasado a hablar español, no sólo por el contenido de las botellas -cuya materia prima en una gran parte de ellas ya era de procedencia española-, sino por el control de sus firmas y marcas más representativas. Tras esta compra, SOS factura en el sector del aceite en Italia de casi 1.000 millones de euros.
En la puja para la compra de Bertolli, la batalla final librada por la firma española ha estado frente a la firma portuguesa Sovena. Sovena está presente en España tras la compra hace varios años de la firma Agribética, en suspensión de pagos. Es una empresa especializada en la fabricación de marca blanca de aceite como interproveedor de Mercadona y le faltaba una marca. Con esta operación, SOS cierra igualmente el paso a quien habría sido un importante competidor en todos lo mercados.
Por otra parte, con la compra de la marca Bertolli para aceites y vinagres, tanto el grupo español como Unilever van a tener beneficios añadidos en los mercados al coincidir sus estrategias. Unilever tiene un importante plan de inversiones para seguir potenciando la marca Bertolli en comidas rápidas o platos preparados, entre otros.
Con esta operación, el presidente de SOS Cuétara, Jesús Salazar, cumple con el objetivo diseñado hace varios años de formar un grupo español líder mundial en el aceite de oliva. Hoy lo ha consolidado, al pasar su cuota en el mercado mundial de aceite de oliva envasado del 15% al 22%. Casi una de cada cuatro botellas de aceite de oliva que se venden en el mundo pasan por la firma española. En Estados Unidos, SOS pasa del 12% al 31% de cuota de mercado, un porcentaje similar al que tiene la firma en España. En volumen el grupo pasa de unas ventas de 250 a 355 millones de toneladas, de las que un 70% corresponde a la exportación. Sobre una facturación de 1.800 millones de euros, el aceite supone ya 1.300 millones de euros con un beneficio bruto de explotación de 170 millones de euros.
En la otra cara de la moneda, la compra supone para SOS aumentar ya un elevado endeudamiento frente al cual se consideran varias opciones, como ampliación de capital, salida a Bolsa en Italia o venta de otros activos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.