"Tenían una relación fabulosa, nadie imaginaba esto"
El pequeño pueblo de Sierra de Yeguas, situado en el norte de Málaga, no encuentra una explicación para lo ocurrido. "Tenían una relación fabulosa, era inimaginable que pudiese estar pasando algo así", declara con asombro un amigo común del alcalde del pueblo, Rafael Sánchez, y de la primera edil, Josefa Torres.
Reuniones de trabajo, viajes, cenas después de los plenos y cierta amistad entre sus familias. Todo eso les unía, algo natural entre dos personas que trabajan en el Ayuntamiento y viven en un municipio de apenas 3.500 habitantes. Pero hace unos días Torres presentó en el partido unas grabaciones en las que prueba supuestamente el acoso sexual y el trato vejatorio al que estaba siendo sometida desde hace cuatro meses.
La localidad está conmocionada. Y dividida. Por la mañana se acercó a la sede municipal la bibliotecaria, quien esgrime que Sánchez le debe dinero a su marido; otra vecina clamaba a todo el que quisiera oírle que el denunciado le debe un millón de euros. Unos habitantes consultados le tachan de agresivo y déspota, otros de buen alcalde, trabajador y un hombre de familia.
El alcalde, condenado en 2003 por agresión tras una disputa de años que mantuvo con otra familia del pueblo, no deja indiferente a nadie. Levanta pasiones o recelo. Él aupó en esta legislatura a Josefa Torres hasta el número dos de su lista y la mantuvo como su mano derecha desde el inicio de su legislatura. "Trabajaban hombro con hombro", señala un allegado a ambos que no quiere ser identificado, "y era mérito de los dos que el PP gobernase en el pueblo". Sierra de Yegua es la única localidad gobernada por los populares en la zona.
La crisis inmobiliaria no parece haber llegado a este próspero y bullicioso pueblo, inundado de excavadoras y albañiles trabajando a pleno sol. Su incertidumbre ahora es otra.
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