Las reflexiones del compañero Fidel
Fidel Castro afirma en sus reflexiones desde su lecho que el secuestro de Ingrid Betancourt era injustificable. El Convaleciente en Jefe sabe que la opinión pública internacional está con Ingrid, y trata, una vez más, de llevarse el agua a su molino. Pero su alegría es poco creíble. No sólo por los conocidos vínculos y complicidades entre las FARC y la dictadura cubana, sino también porque ambos piensan y obran de forma totalitaria. Cuando Fidel Castro afirma, en relación a los rehenes de las FARC recientemente liberados que "nunca debieron ser secuestrados los civiles" y que "eran hechos objetivamente crueles que ningún propósito revolucionario podía justificar", olvida que él mantiene secuestrados a los mejores hombres de Cuba. Son cientos de inocentes civiles, injustamente sepultados bajo la hipócrita fachada de legalidad que dan unos pseudos-juicios tan sumarios como amañados. Los únicos delitos de estas extraordinarias personas -periodistas, escritores, poetas, activistas de los derechos humanos- son no estar de acuerdo con Castro y aspirar a que Cuba progrese.
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