La plantilla de TCSA hará huelgas en la Semana Grande tras fracasar la mediación

El conflicto de los autobuses se ha hecho un hueco en el programa de la Semana Grande. Los trabajadores de TCSA, la empresa que explota todas las líneas de Bilbobus y 39 de Bizkaibus, han convocado sendas huelgas de 24 horas el jueves 21, el viernes 22 y el sábado 23 de agosto, es decir, en tres días centrales de la Aste Nagusia bilbaína. Y han anunciado paros de cuatro horas (dos por la mañana y dos por la tarde) para los lunes, miércoles y viernes de la segunda quincena de septiembre, a partir del día 15. Esta nueva batería de movilizaciones la acordó la noche del pasado miércoles el pleno del comité de empresa de TCSA en previsión de que, como así ocurrió, ayer se cerrase en falso la mediación que el Gobierno vasco ha ejercido en el conflicto que enfrenta a empresa y trabajadores a cuenta de la negociación del convenio colectivo.

El director de Trabajo desiste tras no obtener avances significativos

El director de Trabajo y Seguridad Social, Adolfo González, dio ayer por finalizada su labor de mediación, que se inició el pasado 26 de junio y que se saldó, tras cinco reuniones con empresa y trabajadores, sin avances significativos. "Estábamos cerca de un acuerdo en lo económico, pero TCSA se ha negado a continuar con la mediación, lo que ha llevado al director de Trabajo a suspenderla", declaró ayer Juan Antonio Fernández, portavoz del comité de empresa. "Nosotros queríamos seguir negociando, pero TCSA ha tenido miedo a alcanzar un acuerdo y ha frustrado la mediación. Ahora, estamos como antes de la mediación, es decir, muy distanciados", añadió Fernández.

La versión de TCSA fue muy distinta. "Nuestra voluntad era, es y será la de negociar, pero con sentido y responsabilidad. TCSA ha propuesto hoy que el director de Trabajo prosiguiera con la mediación, pero que lo hiciera con una fecha límite, para que el asunto no se eternizara. Llegadas esa fecha sin un acuerdo, las dos partes enfrentadas nos someteríamos a un laudo de obligado cumplimiento por parte del Gobierno vasco, que es la resolución habitual, y la más lógica, en este tipo de conflictos. Y han sido los trabajadores los que se han cerrado en banda a la posibilidad de un laudo", aseguraron fuentes de la empresa. "Tal es nuestra voluntad de negociar que la semana próxima contactaremos con los trabajadores para invitarles a retomar la negociación, esta vez sin mediador", añadieron desde TCSA.

Las movilizaciones anunciadas ayer por los trabajadores dotan al conflicto de una nueva dimensión, pues se escenificarán en unas fechas en las que la gestión de todo el servicio de Bilbobus ya no correrá a cargo de TCSA, sino de Veolia, la multinacional gala que ha ganado el concurso de adjudicación del transporte urbano bilbaíno. Por tanto, Veolia queda ahora expuesta a heredar este conflicto el próximo 1 de agosto, día en que comenzará a explotar Bilbobus. Para evitarlo, la compañía gala y el comité de empresa de TCSA celebrarán el próximo martes una reunión, la segunda desde que le fuera adjudicado el servicio. Esto no implica que las huelgas de agosto y los paros de septiembre no vayan a afectar al Bizkaibus. Al contrario, 39 líneas del servicio de transporte vizcaíno seguirán siendo explotadas por TCSA, por lo que las huelgas y paros afectarán a los usuarios de esas líneas si la empresa y los trabajadores no alcanzan antes un acuerdo, algo que han sido incapaces de lograr desde que estallara el conflicto, el 5 de mayo.