El capital ruso y chino toma el relevo
La inversión extranjera se ha disparado en Irán en los últimos años: en 2007 alcanzó los 10.700 millones de dólares (6.780 millones de euros) en todos los sectores de la economía, por la entrada de capital chino y ruso. Dos años atrás, coincidiendo con la llegada al poder de Mahmud Ahmadineyad, esa cifra ascendía a 4.275 millones, y hace 10 años la inversión extranjera en la República Islámica era prácticamente nula.
Pese a los niveles récord de 2007, las inversiones en hidrocarburos están prácticamente paralizadas: la decisión de Total se suma al replanteamiento de los proyectos de Shell y Repsol. Esa parálisis obedece tanto a los riesgos asociados al régimen iraní como a las dificultades para hacer negocios por las sanciones.
Pero la situación no es exclusiva de Irán: los grandes proyectos en hidrocarburos están prácticamente parados en todo el mundo por el fuerte aumento de costes, y son una de las causas de la escalada de precios del petróleo en los últimos meses.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.