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Reportaje:

"Este año hay menos caprichos"

Las rebajas de verano arrancan más discretas que otros años por la crisis

En un año en el que todo se encarece para los bolsillos domésticos y en el que el mal tiempo que reinó hasta junio también frenó las compras, los comerciantes esperan que las rebajas de verano sean doblemente bien recibidas. Aunque han arrancado con discreción, según explica el sector. Pocas aglomeraciones y en general menos compras imprevistas que otros años, según coinciden tanto tiendas de ropa y calzado como consumidores de Alicante y Valencia. Las rebajas se desperezan sin prisas.

"Necesitábamos unas buenas rebajas. Las ventas están siendo más flojas de lo previsto. Se compra lo necesario, lo vital, este año hay menos caprichos", asegura Aurelio Calvache, secretario general de la Federación Valenciana de Comerciantes (Fevalco). Calvache cree que la crisis y la mala meteorología han traído la incertidumbre al periodo de rebajas, que ha arrancado con timidez. En la Comunidad Valenciana se combate este verano con rebajas de partida de incluso el 80% en algunos productos. Una campaña agresiva con grandes descuentos de arranque insólitos otros años y que ya se practicaron en invierno. Las rebajas siempre estimulan el consumo, pero unos años más que otros. Natalia García, empleada de un comercio de ropa de Alicante, deja claro que las ventas estos días van "mejor" y apostilla: "Si los clientes no han comprado en temporada, tienen que comprar ahora". Aunque no todos los que se acercan a las tiendas compran. Los dependientes hablan de "muchos mirones pero pocas compras". Es el caso de Fructuosa Herrero, de 60 años, que asegura que este año "van a caer pocas cosas" porque las cosas están mal. También José Cervero, que se escapa del trabajo para mirar a ver si encuentra "algo". Pero opiniones hay de todo tipo, incluso las de compradores que afirman comprar lo mismo que otros años. "Compro lo justo, como cualquier otro año, a quien les afecta [la crisis] es a los más jóvenes, como mis hijos", señala una mujer en Alicante.

Este fin de semana será "termómetro" de la vitalidad de las ventas
El gasto medio por valenciano bajará, pero sólo es inferior al de Madrid

"Ayer [por el lunes] fue el primer día de rebajas, y facturamos 2.000 euros menos que el año pasado", comenta Esther Arribas, dependienta de Hugo Boss. Según la secretaria general de Confederación Valenciana de Comercio (Covaco), Amparo Barroso, este año no hubo aglomeraciones durante los primeros días. "Van a ser unas compras más escalonadas, donde podremos hablar de índices positivos, aunque no de éxito".

"El termómetro lo va a fijar este fin de semana", puntualiza Francisco Rovira, secretario general de la patronal alicantina de comercio (Facpyme). La gran distribución (Anged) señala que hoy más de 600.000 personas visitarán sus comercios, casi un 8% más que el año pasado.

"Hay muchas existencias acumuladas y grandes ofertas para darles salida, pero el poder adquisitivo está bajo mínimos" explica Fernando Móner, presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu). El secretario general de la Confederación Española de Comercio (CEC), Miguel Ángel Fraile, se expresa en la misma línea cuando define a estas rebajas como un "momento de coincidencia interesada". "Consumidores y comerciantes estamos ayudándonos mutuamente. No somos una ONG, pero el consumidor tenía una merma psicológica por las noticias negativas de economía y con las rebajas le estamos ayudando a comprar" explica. Avacu estima que cada valenciano gastará una media de 110 euros estas rebajas, cifra que aunque es un 15% inferior a la de 2007, sólo es superada por Madrid, con 130 euros por cabeza.

Consumo en masculino y singular

En la esquina de un comercio en Valencia, Francisco, 60 años, consumidor acompañado. Su mujer le ha obligado a comprarse jerséis. Al otro lado, Esteban, 26 años, consumidor autónomo. Presupuesto medio para estas rebajas: 200 euros en ropa. De marca.

-¿Esto qué es, un traje?

- ¡Ay Francisco es una blusa! Es agradable, cómprala ya. ¡Huy, que te esperes un momento!

-Tienes este que es de lycra, es el box clásico, si no, el de algodón. Lo tienes en naranja, amarillo. Te los traigo, en tu talla. Me parece que es la pequeña.

A estas dos conversaciones les separan 40 largos años de rebajas. Son el antes y el después en las tiendas. Los consumidores masculinos están mutando para convertirse en compradores más exigentes e independientes. Más disciplinados, incluso, que las mujeres ya que, como asegura la dependienta de una tienda de ropa del centro de Alicante "el hombre va a lo que va" y no es tan propenso a desviarse de su objetivo a la hora de comprar. "La mujer pica más", añade la joven trabajadora. La percepción se confirma pocos comercios más adelante. Josep explica que ha comprado "lo mismo que otros años" pese a que nota que todo "está más barato para que la gente compre".

Fernei Vallejo, dependiente, asegura que el 80% de los hombres mayores de 40 años llegan a comprar junto con su esposa. Aquí la mujer elige. "Los jóvenes son diferentes, ellos se preocupan más por su imagen. La ropa forma parte de su identidad, por eso son ellos quienes la eligen". Y es que el nuevo siglo habla de un hombre más cuidadoso con su aspecto, hasta tal punto que acuña vocablos para definirse: son los metrosexuales y los más nuevos uversexuales. Los comerciantes lo saben, y les siguen la pista muy de cerca. A pesar de ello, la figura de la mujer de mediana edad que compra para ella y su familia no ha caído del pódium.

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