Calmar al Euríbor
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, mandó tres mensajes al mercado con la subida de los tipos de interés al 4,25%. En primer lugar, dejó claro que las presiones políticas no hacen mella a la institución. Ni los comentarios de los jefes de Gobierno de España, Francia, Italia y la poderosa Alemania para que no mueva los tipos, han torcido el brazo del banco central.
Trichet, en la justificación de su tozudez, ha dejado claro que adoptará las medidas necesarias para cumplir su mandato de lograr la estabilidad de precios a medio plazo. Éste es el segundo mensaje: el BCE cumplirá el objetivo para el que fue creado hace 10 años y por el que tantas alabanzas recibió antes de entráramos en la espiral de la crisis-inflación.
El BCE no ha hecho caso a las tesis de renombrados economistas internacionales que sostienen que antes de subir los tipos hay que esperar a que se calmen los mercados financieros y a que se inicie el crecimiento económico. La prioridad del banco central es la inflación (considerado el más injusto de todos los impuestos porque castiga más a los más pobres) y no ha esperado.
El Consejo de Gobierno del BCE ha reconocido que no es ajeno a la borrasca que vive Europa. La gran novedad de ayer es que Trichet bajó el tono y pinchó el globo de posibles nuevas subidas en el futuro. En contra de lo que dijo hace unas semanas, no espera encadenar varias subidas consecutivas. Por supuesto, todo dependerá del petróleo, pero existen informes que hablan de una caída del precio para después del verano por el frenazo del consumo en China.
El mensaje del Banco Central tiene un objetivo: frenar la escalada del Euríbor, que marca el precio del dinero en hipotecas y otros préstamos empresariales. Ahora está en el 5,43%, es decir, 1,18 puntos por encima del tipo oficial. Este diferencial es el que agarrota la economía. El dinero llega a los bancos con cuentagotas y a precios muy altos, lo que actúa como una metástasis sobre todo el tejido empresarial. Trichet ha mandado el mensaje de que con el 4,25% es suficiente, por lo que no se justifica el nivel del Euríbor, que anticipa más y más subidas. Si Trichet convence a los banqueros, subiendo el tipo oficial bajará el Euríbor. El BCE se ha arriesgado. Si sus cálculos salen mal y el petróleo se encarece y el Euríbor se dispara, llegará la estanflación (alta inflación con bajo crecimiento). Volverán las presiones políticas y con más razones.
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