Los hospitales militares han atendido a medio millón de civiles desde 2006

El paso gradual de las instalaciones sanitarias del Ejército a los sistemas de salud autonómica ha facilitado que, en dos años, medio millón de personas hayan sido atendidas en hospitales militares. Los convenios que han firmado el Ministerio de Defensa y las comunidades autónomas han puesto a disposición de la población 800 camas (el equivalente a un hospital mediano). Ya han llegado a acuerdos de este tipo Madrid, Aragón, Andalucía, la Comunidad Valenciana, Murcia y Galicia. También ha habido pactos similares en Ceuta y Melilla, cuya gestión corre a cargo del Ministerio de Sanidad porque son los dos únicos territorios que no tienen la prestación sanitaria transferida.

Con estas cesiones, Defensa quiere reducir el exceso de capacidad de sus centros, que ha aumentado en los últimos años con la desaparición del servicio militar obligatorio y la progresiva reducción del número de efectivos.

El proceso de traspaso se completará el 1 de julio, con la entrega del hospital militar de Valencia a la Generalitat autonómica.

5.000 trabajadores

La red hospitalaria del Ejército emplea a casi 5.000 personas. Los traspasos se han hecho siempre manteniendo unas pequeñas partes destinadas a atender a la tropa y a sus mandos. Es lo que ha hecho en los recientes acuerdos sobre los centros de Ferrol (A Coruña) y Cartagena (Murcia).

Tras la firma de estos convenios, continuarán gestionados por el Ministerio de Defensa el hospital central de la Defensa Gómez Ulla en Madrid, el hospital general básico de la Defensa de San Fernando (Cádiz) y el hospital general básico de la Defensa de Zaragoza.

Pero ni siquiera estos tres centros se mantendrán como exclusivamente militares. La previsión, señalan fuentes de Defensa, es que se "conviertan en hospitales de referencia para la atención integral a la población civil situada en su entorno mediante convenios con las respectivas comunidades autónomas".

Con ello se satisfarían las demandas de la población que vive en su entorno, como la plataforma que en Carabanchel pide que el Gómez Ulla se utilice para atender a la población civil, sobre todo a los vecinos que ven que tienen un centro muy bien equipado pero tienen que irse a otro hospital.