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La UE y EE UU se acercan a un pacto sobre datos privados

Ambas partes negocian un acuerdo contra el terrorismo y la delincuencia organizada

La Unión Europea y Estados Unidos "avanzan con espíritu constructivo" hacia un acuerdo de intercambio de datos confidenciales (uso de tarjetas de crédito, viajes, empleo de Internet...) sobre ciudadanos de ambos lados del Atlántico para luchar contra el terrorismo y la delincuencia organizada. Ambas partes han pactado que sólo funcionarios autorizados accederán a ese tipo de información personal, que sólo podrá procesarse si hay garantías de privacidad. Pero discrepan sobre el acceso a los tribunales en caso de uso ilegítimo o dañino de tales datos, ya que Estados Unidos niega esa defensa a los extranjeros.

Un informe sobre las conversaciones en poder de The New York Times revela que las discusiones están muy adelantadas. En Bruselas, un portavoz de la Comisión apuntaba ayer que "es imposible predecir su resultado". No obstante, para reforzar la idea del "espíritu constructivo", el portavoz aludía al comunicado de la cumbre euroestadounidense del pasado día 10 en Brdo (Eslovaquia), que destacaba que la lucha contra la delincuencia transnacional y el terrorismo implica "la capacidad de compartir datos personales", aunque protegiendo derechos y libertades fundamentales. Subrayaba que "el mejor modo de asegurar que se cubren esos intereses es mediante un acuerdo internacional vinculante".

En ello trabaja desde febrero de 2007 un grupo conjunto de alto nivel que, por el lado europeo, depende del comisario de Justicia, Libertad y Seguridad, Jacques Barrot. Se busca cómo aunar criterios y estrategias de intercambio de datos confidenciales entre ambos lados del Atlántico y evitar conflictos como los creados por Washington a la hora de exigir datos sobre los pasajeros que vuelan a EE UU o sobre transferencias bancarias, como puso bruscamente de manifiesto el caso Swift. Este consorcio bancario radicado en Bélgica controla esas operaciones y hace dos años se vio obligado por la Administración del president George Bush a pasar información bajo amenazas legales. Europeos y estadounidenses "buscan terreno común sobre privacidad y evitar la imposición de obligaciones contradictorias a compañías privadas", como ocurrió con Swift, según revela en The New York Times uno de los negociadores de EE UU, Stewart Baker, del Departamento de Seguridad Interior.

En el punto 3 del anexo sobre protección de datos ya acordado se especifica que "sólo puede recogerse y almacenarse información personal en la medida en que sea relevante, necesaria y apropiada para conseguir los objetivos de seguridad nacional, seguridad pública o imperativo legal fijados por ley". El punto 5 estipula que "información personal sobre orígenes raciales o étnicos, opiniones políticas o religiosas, (...) o afiliación sindical, así como información personal sobre salud o vida sexual, (...) sólo podrá tratarse si la legislación nacional ofrece las oportunas salvaguardias", que no quedan definidas. El párrafo 4 establece que "sólo personas autorizadas con un objetivo identificado pueden acceder a información personal".

Bush (centro) y otros dirigentes se preparan para la foto de familia en la cumbre de la OTAN de abril.
Bush (centro) y otros dirigentes se preparan para la foto de familia en la cumbre de la OTAN de abril.REUTERS

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