Cataluña crecerá en 2008 la mitad que el año pasado
La Generalitat tendrá más déficit porque mantendrá la inversión
La economía catalana, como el conjunto de la española, cada vez crece menos. Menos que antes y menos de lo que el Gobierno catalán y los expertos de distintas entidades preveían. Y el deterioro avanza deprisa. El consejero de Economía, Antoni Castells, revisó ayer oficialmente su pronóstico para este año hasta el 1,8%. Es la mitad de lo que creció el año pasado. Lo anunció a través de un comunicado, después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, encajara la crisis y admitiera que la economía española no crecerá ni el 2% en 2008.
La cifra rebajada poco tiene que ver con la foto que quedó fijada en los presupuestos de la Generalitat para 2008, que preveían ya una significativa desaceleración y, sin embargo, registraban aún cierta alegría en el crecimiento, del 3%. Mientras ha estado pulsando el impacto del frenazo de la construcción y de la tormenta financiera internacional, el Gobierno catalán ha estado avisando de que este ritmo alegre no iba a poder alcanzarse. En marzo pasado, daba ya por bueno el 2,5%. Hace pocos días, aceptó ya que sería aún más débil, sin llegar al 2%.
El déficit de la Generalitat será superior a los 762 millones de 2007
La inversión en construcción decrecerá por primera vez
La última institución que había revisado a la baja sus previsiones para este año había sido la Cámara de Comercio de Barcelona y fue algo más optimista que Castells: planteó el 1,9%.
La atonía de la economía -los hogares cada vez consumen menos, la demanda interna aumenta la mitad de lo que lo hizo el año pasado y sólo las administraciones públicas tiran del carro, aunque las exportaciones siguen dinámicas- no sólo se traduce en quebraderos de cabeza para los trabajadores y las empresas. El Gobierno catalán, que está registrando caídas en picado de los ingresos procedentes de impuestos vinculados a la actividad inmobiliaria, no podrá cuadrar las cuentas.
En 2007, el parón inmobiliario ya pasó factura en la recaudación: ésta fue nada menos que 1.141 millones de euros inferior a lo previsto. Por ello, el año pasado se desbarató el plan de saneamiento de la Generalitat, que inicialmente aspiraba al equilibrio presupuestario en 2008. Y, lejos de lo esperado, el déficit escaló de 485 millones a 762. Es decir, que se puso al mismo nivel que en 2005, pese a que Economía pidió austeridad a todos los departamentos para ahorrar hasta 900 millones.
Castells ya ha advertido de que este año el déficit será todavía mayor que el del año pasado, para no frenar la inversión y reactivar así la economía y porque las medidas de contención del gasto dan para poco más. De modo que de nada sirve la previsión que prevén los presupuestos de la Generalitat para 2008: 518 millones de números rojos.
El hecho de que estemos en vacas flacas y el crecimiento sea inferior al 2% permite, tras la flexibilidad pactada con el Gobierno central a la política de estabilidad que marca Bruselas, que Cataluña, como el resto, incurra en déficit. El plan de saneamiento catalán es papel mojado.
El nuevo contexto queda reflejado en la inversión, que en 2007 progresó el 5,6% y este año sólo lo hará en el 1,3%. Economía atribuye este freno a la caída de la inversión en el sector de la construcción de obra residencial, que por primera vez decrecerá (-1,2%).
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