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Reportaje:'Lecciones y maestros' en Santillana del Mar

Conversación, lecturas... y un poco de fútbol

Los escritores mezclan erudición, fiesta y creación literaria en vivo

Guillermo Altares

Los jóvenes que llevan el bar de la plaza Mayor de Santillana del Mar estaban a punto de cerrar el domingo por la noche cuando se encontraron con un desembarco intempestivo de escritores de varias generaciones, profesores de 15 universidades, editores, bibliotecarios y periodistas de medio mundo, con Arturo Pérez-Reverte a la cabeza. Con una mezcla de resignación y diversión, bajaron los taburetes que ya habían recogido y se dejaron invadir tranquilamente.

El creador del capitán Alatriste es uno de los tres autores que, junto a Mario Vargas Llosa y Javier Marías, protagonizan el encuentro literario Lecciones y maestros, que por segundo año organiza la Fundación Santillana en colaboración con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Al margen de la fiesta -y de la lluvia, versión cántabra del clima mediterráneo- durante los tres días que se prolonga el encuentro de Santillana se trabaja duramente... si es que trabajar significa escuchar una conferencia de Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española, sobre Mario Vargas Llosa, o al propio autor de Pantaleón y las visitadoras pronunciar una disertación magistral sobre la técnica literaria y el compromiso del escritor.

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La primera jornada estuvo dedicada al novelista hispano-peruano. Hoy, la catedrática de Literatura Española de la Universidad de Venecia, Elide Pittarello, presentará la obra de Javier Marías, mientras que el miércoles el catedrático de la Universidad de Murcia y crítico literario del diario Abc, José María Pozuelo Yvancos, hablará sobre Pérez-Reverte.

Dos ausencias marcan la segunda edición de estas jornadas: la de Jesús de Polanco, presidente de PRISA, fallecido en julio de 2007, y la de Isabel Polanco, su hija y consejera delegada de Santillana, que murió en marzo de este año. Fueron ellos los que impulsaron la idea de este encuentro, que no pretende otra cosa más que acercar la literatura a la vida, juntar a los creadores con sus lectores, traductores e investigadores. El año pasado, en su primera edición, los protagonistas fueron Juan Goytisolo, Carlos Fuentes y José Saramago.

"Es un encuentro para gozar de la literatura", explica Emiliano Martínez, presidente del Grupo Santillana y coordinador de las jornadas junto a Basilio Baltasar, director de la Oficina del Autor del Grupo PRISA (empresa editora del diario EL PAÍS). "No es tanto un homenaje como una oportunidad para compartir con ellos un encuentro en el que participan desde los máximos expertos mundiales en sus obras hasta sus traductores, pasando por gentes del mundo del libro, periodistas culturales o corresponsales extranjeros".

Aunque, como confiesa Emiliano Martínez, "el buen rollo también es importante". Buen rollo que se transforma en un cóctel en la Fundación Santillana, sede de las jornadas, durante el que los invitados se fueron mezclando con el suave crepúsculo verde de la villa cántabra, en una excursión a Liébana -cuyo monasterio de Santo Toribio alberga entre otras joyas los Comentarios del Apocalipsis del Beato de Liébana, uno de los libros más importantes de la Edad Media española- o en un concierto, previsto para hoy, en la Colegiata de Santillana del Mar.

También los asistentes están planeando alguna escapada futbolera -la Eurocopa es una tentación demasiado grande para ser ignorada en una reunión de escritores y periodistas- y, sobre todo, interminables charlas durante las que se trata de arreglar el mundo de la literatura. Y es un espacio en el que, por encima de todo, se crea literatura: era difícil describir la sensación que invadió a los cerca de 80 asistentes cuando escuchaban a Mario Vargas Llosa que, sin papeles, iba trazando un discurso denso y apasionante. Era una sensación similar a la que debieron tener los primeros lectores de El Gran Gatsby o a los que escucharon por primera vez las Variaciones Goldberg interpretadas por Glenn Gould, una mezcla de magia e incredulidad. Y esto no ha hecho más que empezar.

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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