Una pista en España para recuperar la memoria argentina

Dos días más en Argentina y seguramente estaría como su hermana: desaparecida desde hace más de tres décadas. Ángela, de 51 años, decidió dejar su tierra cuando sólo tenía 20, tras unos meses de dictadura militar. Su hermana menor se quedó. Una tarde, 48 horas después de despedir a Ángela, se subió en un autobús, fue arrestada y jamás se volvió a saber nada de ella.

"Mi hermana fue arrestada dos días después de que yo abandonara el país"

Es una de las 30.000 personas desaparecidas durante la dictadura argentina entre 1976 y 1983. Más de 30 años después, Ángela todavía tiene esperanzas de recuperar su cuerpo y darle un entierro digno. Y la ONG Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) lleva un cuarto de siglo trabajando para conseguirlo. Ahora está en España, donde acabó viviendo Ángela. Aquí han hecho un llamamiento a todo aquel, argentino o español, que tenga familiares desaparecidos para tomar muestras de ADN y cotejarlas con los más de 600 cadáveres que han desenterrado y siguen sin identificar. Es una tarea lenta y difícil, pero 300 personas ya han localizado los cuerpos de sus parientes gracias a ellos.

"Nada va a cambiar, pero puede ser un pequeño consuelo si la encontramos", explicaba ayer Ángela en la Embajada argentina en Madrid, donde dos miembros del EAAF toman muestras desde el jueves. Basta con llamar a la Embajada o al teléfono 608 972 984 para concertar una cita con ellos. El presidente de la ONG, Luis Fonderbrider, advierte: "No queremos dar falsas esperanzas. Es difícil localizar los cuerpos, pero resulta imposible si no podemos contrastar el ADN".

A Ángela el anuncio le llegó a través de un correo electrónico. Y ayer se personó junto a otra de sus hermanas para probar suerte. Ella era la única que quería hablar y ninguna deseaba aparecer en una fotografía. "Es un trauma muy difícil de superar. Yo sólo he podido contarlo hace unos años", dice. Recuerda los meses que vivió bajo el régimen militar como "los peores" de su vida. "No podías hablar con nadie, decir nada, no hacía falta que estuvieses posicionado políticamente para que te detuviesen. Bastaba figurar en la agenda de alguien que no simpatizase con los militares para desaparecer, como lo hicieron muchos amigos míos. Y mi hermana, que no quiso venirse conmigo. Es muy difícil dejar tu tierra". Ella no ha querido saber nada de Argentina desde que la abandonó. Tan sólo volvió una vez el año pasado.

En su país, el EAAF ha recogido más de 2.300 muestras de ADN. El paso a España, merced a un convenio con el Ministerio de Justicia, se ha dado por el gran número de argentinos que viven en el país. Hasta ahora han pedido cita una veintena. Durante las próximas semanas recogerán muestras en las otras sedes consulares: Cádiz, Vigo, Barcelona y Tenerife.