Primeros 100 detractores de Educación para la Ciudadanía

Las primeras cien declaraciones de cabezas de familia anunciando que sus hijos no participarán en "ninguna actividad escolar" relacionada con la asignatura Educación para la Ciudadanía fueron presentadas ayer en el Registro de la Xunta en Vigo por la Asociación Familiar Viguesa (Afavi), perteneciente al Foro Español de la Familia, secundando una propuesta en ese sentido difundida por el arzobispo y los obispos gallegos el pasado día 1.

La nota de los obispos aludía a "unos derechos y deberes enraizados en la naturaleza creada del ser humano", entre los que está "el derecho de los padres a elegir el tipo de formación moral y religiosa para sus hijos". "El Estado no puede imponer legítimamente una formación moral de la conciencia de los alumnos al margen de la libre elección de los padres", añaden los obispos antes de descalificar la citada asignatura por cuanto "impone una concepción del hombre que contradice el ideario propio de las escuelas católicas".

Los obispos concluían expresando su confianza en "que se paralice la implantación de esta asignatura tal como está programada" y proponiendo que "para defender el derecho que les asiste de determinar la educación moral de sus hijos, los padres tienen, entre otros medios legítimos, el de la objeción de conciencia a la enseñanza de la asignatura". Es lo que materializaron ayer los miembros de Afavi con su "declaración de objeción de conciencia" para la Consellería de Educación, aunque más bien se trataría de un acto de desobediencia civil.

La asignatura, dicen, "entra en grave conflicto con nuestras convicciones y creencias", entre otras cosas, porque en ella "la institución familiar no es la unión de un hombre y una mujer abierta a la procreación, la vida homosexual es una opción de preferente estima y recomendable explorar en ella [y] la diferencia hombre-mujer no es una realidad biológica, sino una construcción cultural que cada uno elige a voluntad".

Afavi considera que Educación para la Ciudadanía "es, en realidad, una herramienta de flagrante atropello al derecho humano de la libertad de conciencia, al colocar como obligatoria y no optativa, una materia de educación de la conciencia moral desde presupuestos ideológicos de relativismo moral, positivismo jurídico, neoconfesionalismo estatalista e ideología de género".