El acuerdo nacional sobre pesca divide a la flota de bajura

El sector pesquero andaluz recibió ayer con frialdad el acuerdo alcanzado la noche anterior entre la Federación Nacional de Cofradías y el Gobierno para la desconvocatoria de los paros en la flota de bajura, compuesta mayoritariamente por embarcaciones de menos de 15 metros de eslora que realizan capturas en caladeros cercanos para la venta del producto en el mismo día. "Es imposible contentar a toda la flota, aunque parece que el acuerdo es aún insuficiente", resumió Manuel Peinado, presidente de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores.

En Cádiz, sólo el puerto de Conil comenzó ayer a aparejar los barcos con la intención de iniciar la labor esta misma mañana. El puerto de Barbate ha anunciado su intención de restablecer la normalidad a partir del lunes, mientras que los de Sanlúcar de Barrameda y El Puerto decidieron mantener el amarre.

En la provincia de Huelva, los armadores celebraron anoche asambleas en las que concedieron libertad de acción a cada puerto para volver a la labor, aunque ayer la mayor parte de las embarcaciones aún permanecían en los muelles. La flota de Punta Umbría volvió a faenar. A pesar de que el sector del arrastre seguirá amarrado a puerto, los del cerco y la chirla "han decidido salir para aprovechar que después de la parada biológica, el producto tiene un mejor precio en el mercado", señaló el presidente de la cofradía de Punta Umbría, Antonio Albarracín. El resto del sector del cerco onubense permanecerá amarrado a puerto "porque el acuerdo alcanzado no gusta nada".

También la flota de bajura de Almería se mantiene mayoritariamente amarrada. Las cofradías de Garrucha, Carboneras y Almería han descartado el regreso a la actividad, de momento, y sólo las embarcaciones del puerto de Adra restablecieron ayer la labor. Los marineros entienden que la pesca no puede quedar normalizada en tanto se mantengan paros de transportistas que impidan desplazar las capturas a las lonjas y a los centros de comercialización.

Los armadores y pescadores de El Puerto de Santa María volvieron a cortar ayer el tráfico en la carretera de acceso al muelle comercial de la ciudad en protesta por la falta de acuerdo con el Gobierno para la flota de arrastre, de mayor envergadura y que mayor gasto de combustible soporta. El presidente de los armadores, Antonio Ares, aseguró sentirse "traicionado" por la Federación de Cofradías que horas antes había firmado en Madrid un acuerdo para la flota de bajura "sin el conocimiento del sector andaluz".

Por otra parte, los siete pescadores detenidos tras enfrentarse a la policía en Sevilla el pasado miércoles quedaron ayer en libertad sin fianza, acusados de un delito de atentado a la autoridad. "Los pescadores han negado tener ninguna intención de dañar a los agentes. Hubo una carga y se vieron allí metidos", explicó su abogado, Lluis Llerena. Los marineros de Isla Cristina, la barriada de Punta del Moral en Ayamonte (Huelva), y Sanlúcar de Barrameda, declararon en el Juzgado de Instrucción 10 de Sevilla, que les impuso la obligación de acudir al juzgado cada quince días.

Un centenar de pescadores del Golfo de Cádiz se manifestó el pasado miércoles ante el Parlamento Andaluz por las repetidas subidas del carburante, pero justo antes de acudir a los autobuses en la Estación de Plaza de Armas, saltaron chispas. La carga policial se saldó con 12 heridos, entre ellos ocho agentes de policía, uno de ellos afectado por la explosión de una bengala y que ayer fue dado de alta. Al agente le fue suturado el labio, que resultó dañado por el artefacto, y está pendiente de una valoración por el equipo quirúrgico del hospital sevillano Virgen del Rocío.

Un centenar de compañeros arropó a los detenidos a la salida de los juzgados. "La carga fue una pena porque teníamos el autobús a sólo 30 metros. Sólo vinimos para pedir condiciones decentes para poder trabajar", comentó un marinero sobre la batalla campal.