Las ventas de ropa y equipamiento del hogar caen en los comercios

El abrupto parón económico que el Gobierno central y catalán aún se resisten a llamar crisis ya ha pasado factura al sector del comercio en Cataluña, termómetro infalible del clima de confianza en que viven los consumidores catalanes. Y éste es malo: los comerciantes han sufrido en los últimos meses bajadas de ventas exponenciales, del 15% de moda, de hasta el 40% en aparatos electrónicos y del 25% en mobiliario.

En el caso de la moda, a la crisis -y a la psicosis que genera y que contiene el consumo- se han sumado las lluvias del pasado mes de mayo, que han llenado los pantanos y han puesto fin a la polémica del trasvase del Ebro, pero han vaciado las tiendas. "Las ventas han bajado más por el efecto meteorológico [que retrasa la compra de ropa veraniega] que por la economía", explica el secretario general de la Confederación de Comercio de Cataluña, Miguel Ángel Fraile.

De hecho, las nada optimistas perspectivas han desatado una tormenta de promociones y descuentos de entre el 20% y el 30%, según constata el último informe económico de la confederación.

- Equipamiento personal. La campaña de rebajas de enero-febrero cumplió las expectativas con un aumento del 6%, pero la tendencia comenzó a torcerse en los meses de marzo y abril, con el citado descenso de ventas del 15%. Las previsiones para el conjunto de 2008 "no son muy optimistas", puesto que apuntan un descenso global del 5% para el ejercicio.

- Electrodomésticos y mobiliario. El mobiliario, la reparación y el equipamiento del hogar ha sufrido una bajada "espectacular" en lo que va de año, del 25%, según los comerciantes, que añaden que "la gente ni entra en las tiendas" y, por tanto, ni se realizan proyectos ni presupuestos. Los electrodomésticos dirigidos a las nuevas viviendas también han sufrido la crisis de la construcción y los aparatos electrónicos, la llamada línea marrón, cayó el 40% el pasado mes de marzo. Esto se debe a que en ese mes cayó la Semana Santa, por una parte, pero también a los "mensajes de desconfianza" que han enfriado el consumo.

- Alimentación. Los tenderos han notado en el sector una compra "más repetitiva", que es síntoma de prevención y atención al gasto alimentario. Y la subida de precios prevista, entre otros motivos, por el incremento del coste del carburante, también puede reducir las ventas.

- Ocio. El gasto de las familias en bienes culturales y otras actividades ligadas al tiempo libre, como el deporte y la salud, también está sufriendo una evolución negativa de las ventas -que en este caso los comerciantes no cifran-, dado que son los primeros gastos que las familias suprimen.