Los vecinos de Valencia pagarán dos veces por la gestión de la basura

Los vecinos de Valencia se enfrentan a un doble pago del tratamiento de sus basuras, según denunció ayer el concejal socialista Juan Ferrer. El equipo de gobierno de la alcaldesa, Rita Barberá, tiene previsto mantener inalterable el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), en el que se paga ahora la gestión de la basura, a pesar de que la entidad metropolitana de residuos, de la que forma parte Valencia junto a otros 44 municipios, pretende aprobar este viernes una nueva tasa para tratar y eliminar los desechos domésticos. Por ello, indicó Ferrer, se producirá una "doble imposición" al ciudadano si el Consistorio no rebaja el IBI para compensar el cobro de la tasa metropolitana, por la que una mayoría de hogares pagará entre 22,20 y 44,40 euros anuales.

El Ayuntamiento incluyó la basura en la contribución urbana en 1986

El PP sostiene que el IBI y la tasa no cobran por el mismo concepto

El responsable de Hacienda, Silvestre Senent, rechazó la acusación del Grupo Socialista, y en declaraciones publicadas ayer por Las Provincias, aseguró que estos pagos no se refieren al mismo concepto: "En el IBI se incluye una parte [de la gestión de la basura], pero la eliminación y el reciclaje no está contemplado, y aunque el Ayuntamiento lo paga por otras vías, ese dinero no se va a descontar. Lo utilizaremos para invertir en otros proyectos, que tenemos muchos pendientes". Fuentes municipales confirmaron ayer que, si bien el asunto "no está cerrado del todo", el Consistorio no tiene en principio intención de tocar el IBI.

Ferrer rechazó que exista diferencia entre el IBI y la nueva tasa, como argumentó Senent. "Eso no es así", insistió tras bucear en la hemeroteca de los acuerdos municipales que han tratado el asunto de la basura. En esa búsqueda, el concejal ha encontrado el acuerdo del pleno de 23 de julio de 1985 en el que el Consistorio suprimió la tasa de basura que se cobraba entonces tanto para la recogida como el tratamiento. En ese acuerdo, el pleno decidió que la llamada contribución territorial urbana -hoy el IBI- "absorbiera la recogida de la basura, así como su transformación o tratamiento, además de las antiguas tasas de balcones y miradores y el impuesto de radicación", explicó Ferrer. De esta forma, el IBI "sí que incluye el tratamiento de los residuos", que la entidad metropolitana quiere recaudar a través de la nueva tasa a partir de octubre.

El acuerdo plenario que suprimió el antiguo tributo y su correspondiente ordenanza entró en vigor el 1 de enero de 1986. Hasta 1992, ya con el PP en el gobierno local, las cuentas arrastraron cobros de esa antigua tasa, pero la recaudación por el servicio de la basura se ha mantenido en el recibo del IBI. En los presupuestos anuales figuran las cantidades que se abonan a las concesionarias de la recogida de desechos -unos 60 millones de euros al año- y la transferencia que se realiza a la Entidad Metropolitana para el Tratamiento de Residuos (Emtre) por la recepción en la planta de reciclaje de Fervasa y la eliminación en vertederos. La transferencia asciende a 22,1 millones de euros, que ya no se consignarán el año que viene si prospera la nueva tasa de basura metropolitana. Ferrer exige al PP que "rebaje el IBI por el mismo importe que venía recaudando para pagar el tratamiento". Es decir, que en vez de presupuestar unos ingresos de 173 millones de euros por la contribución urbana, calcule sólo una recaudación de 150,9 millones de euros -un 13% menos-, ya que los 22,1 millones que destinaba para el reciclaje de basura los pagarán directamente al Emtre los vecinos con la nueva tasa. "Si no se hace, se confirmará que el Ayuntamiento pretende llevar a cabo una subida de impuestos encubierta", aseguró Ferrer. El edil critica que el PP usa la tasa para aumentar sus ingresos y evitar la deuda que arrastra de ejercicio en ejercicio con el Emtre.

Valencia ya ha cobrado el IBI de este año y la entidad metropolitana, que controla el PP, mantiene de momento su intención de aprobar el viernes una tasa que girará a partir de octubre a los vecinos. Los alcaldes y concejales socialistas del área metropolitana no se oponen al nuevo recibo, pero han pedido que se aplace para revisar un texto que el Emtre insiste en que ya ha sido consensuado. Municipios que ya tienen tasa de basura están preocupados por los problemas del doble cobro, pero el Emtre asegura que hay salidas para evitarlo. Los socialistas también exigen que la Generalitat pague la deuda histórica de la entidad (9 millones de euros). El Emtre prevé que la asuman los Ayuntamientos este año o en 2009.