La descoordinación agravó la riada

El temporal del pasado fin de semana ha revelado una notable descoordinación en una situación de clara emergencia. Reponsables de los consistorios más afectados por las riadas desmintieron ayer a EL PAÍS que recibiesen cualquier alerta de la llegada de lluvias intensas a las 19.00 del sábado, hora a la que el Departamento de Interior sostuvo ayer en una nota oficial que "los ayuntamientos y servicios de emergencia recibieron el aviso". El alcalde en funciones de Bilbao, Ibon Areso, y los primeros ediles de Getxo, Basauri y Galdakao aseguraron a este diario que no recibieron ninguna comunicación en tal sentido en toda la noche del sábado ni en la madrugada del domingo y que resolvieron actuar por su cuenta al comprobar que se producían las primeras inundaciones.

Interior afirma que envió el aviso a los implicados por correo electrónico

Euskalmet: "El sábado ya sabíamos que iba a haber problemas graves"

La mesa de crisis que puso en marcha el Gobierno tras activarse el Plan de Emergencias de Inundaciones se convocó a las seis de la mañana del domingo, pero no se reunió hasta las 9.30, 14 horas y media horas después de que Euskalmet decretase la alerta. Un portavoz de Interior explicó en la tarde de ayer que el departamento, a través de SOS Deiak, difundió la alerta mediante correos electrónicos a la Ertzaintza, Bomberos, Osakidetza, los ayuntamientos en que se preveían las mayores lluvias, los servicios de carreteras y forestales de las diputaciones y otras entidades que podrían resultar afectadas, como Iberdrola, Naturgas, Metro Bilbao, Adif (el gestor estatal de infraestructuras ferroviarias) o las cofradías de pescadores.

Interior precisó que en algunos casos el aviso se envió a más de una dirección de e-mail y que se trata de "servicios que están disponibles las 24 horas". Sin embargo, algo falló porque los ayuntamientos no se enteraron y todos ellos intervinieron cuando las riadas ya eran un hecho. Igual sucedió con Iberdrola, que activó sus equipos cuando la electricidad se fue en los barrios de algunas localidades de la Margen Izquierda, o Metro Bilbao, que mantuvo el servicio nocturno sin avisar a sus clientes de la alerta y no empezó a suspenderlo hasta que las vías de la Línea 1, la que llega a Plentzia, quedaron anegadas. Adif y la Diputación de Vizcaya coinciden en que no fueron avisados.

El protocolo de emergencias empieza con una comunicación de Euskalmet, la Agencia Vasca de Meteorología, a Interior, que, a través de SOS Deiak, transmite el aviso a las instituciones y entidades afectadas. Adolfo Morais, director de Euskalmet, defiende cómo gestionó la crisis su agencia. "A nosotros nos corresponde detectar un posible episodio de meteorología adversa y luego lanzar un aviso oficial e informar del escenario. En ese momento, se activan unos medios y se movilizan unas personas, al margen de que esa condición adversa se dé o no", explica.

Euskalmet advirtió ya el viernes por la mañana al Gobierno y a la Agencia Vasca del Agua de que la situación podría complicarse el fin de semana. La comunicación entre entidades fue "muy fluida" el sábado, según precisa Morais a EL PAÍS. "A las 19.00, cuando tenemos la certeza de que el fenómeno meteorológico adverso se va a producir, lanzamos el aviso definitivo. Ya sabemos que va a haber problemas graves, con daños materiales, porque 60 litros por metro cuadrado es una precipitación que trae inundaciones y desbordamientos. Ya sabíamos que íbamos a tener una emergencia con consecuencias materiales, y que íbamos a tener que actuar", agrega."Mi responsabilidad, y la de Euskalmet, llega hasta cierto nivel. Euskalmet es un eslabón de la cadena, y ha cumplido en todo momento con el protocolo, desde que advierte de una posible situación de riesgo hasta que enciende la bombilla roja en activación de emergencias", responde.

Ibon Areso sostuvo que en otras ocasiones han sido avisados "a través de Protección Civil, pero esta vez no ha sido así. Pusimos en marcha el dispositivo sin aviso previo". El alcalde de Getxo, Imanol Landa, aseguró que el técnico municipal de Protección Civil le avisó de la situación a las 2.30 del domingo y que entonces se activó el plan de emergencia municipal, sin ninguna comunicación con el Gobierno vasco. Ya en la mañana del domingo se entabló una coordinación con "entidades supramunicipales".

"A nosotros no nos avisaron", señaló la alcaldesa de Basauri, Loly de Juan, quien se enteró de la alerta en la mañana del domingo al ver las consecuencias.

Margarita Martín, directora de la Agencia Estatal de Meteorología en el País Vasco, admitió que no se actuó con la celeridad requerida. "Tenemos que entonar todos el mea culpa", afirmó a la cadena SER. Explicó que su entidad tenía desde el viernes una "alerta amarilla" de precipitaciones, con 40 litros por metro cuadrado en 12 horas y que a las dos de la madrugada del domingo se recogieron en la estación de Matxitxako 78 litros. Relató que la alerta se dio cuatro horas después, a las seis de la madrugada.