MERIENDA CON... JACQUELINE VAN MAARSEN
"No siempre era fácil ser amiga de Ana Frank"
Volvía a casa después del colegio. Recordaba las impresiones del primer día de clase en el liceo judío de Amsterdam cuando oyó su nombre: Jacqueline. "¿Tú también vas en esa dirección?", preguntó una chica con ojos castaño claro señalando el puente que cruzaba el río Ámstel y antes de añadir: "Me llamo Ana Frank".