La cuña
No sabríamos decir si el problema de Cascos es ideológico o de nomenclatura. El caso es que ahora dice que prefiere ser "liberal y humanista cristiano" a centrista. Yo he visto cientos de fotografías de este hombre, he leído también muchas de sus declaraciones, y me cuesta pensar en él en términos de liberación y de humanismo, cristiano o no. Y eso que la palabra liberal no significa nada. Lo mismo sirve para cargarse el Estado que para agarrarse a su teta. Hasta Dios, si hemos de creer a la Cope, es un liberal de los de toda la vida. Pero lo cierto es que si te cruzas con uno de sus representantes, harás bien en cambiar de acera. Un lío lo del liberalismo; en fin, a ver si se aclaran.
Lo del humanismo cristiano está más claro porque Esperanza Aguirre lo ha llevado a la práctica en los ámbitos de su competencia. No hay más que acudir al servicio de Urgencias de cualquiera de sus hospitales para darse un baño de humanismo cristiano, cuyo ideario logró resumir una enfermera al grito de "¡Una cuña para 40 pacientes!", pronunciado con ocasión de la visita de Aguirre a las dependencias del Ramón y Cajal. He ahí un compendio de los contenidos cristianos referidos a la gestión humana de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Quizá sin darse cuenta, la enfermera hizo una síntesis también de la doctrina liberal: una cuña para 40 pacientes o, lo que es lo mismo, ¡sálvese quien pueda!, expresión que cada vez se escucha más también en el ámbito de la enseñanza madrileña, donde se privatiza cristianamente todo lo público. Entretanto, la megafonía del aeropuerto de Barajas, que no anuncia los vuelos, comunica los horarios de las misas. De modo que rectificamos lo dicho: ves una foto de Cascos y comprendes de golpe toda la teoría liberal. Y todo el humanismo cristiano. Pero daban menos miedo cuando eran de centro.
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