La sanidad pública fecundará a mujeres solas en Andalucía
La Junta amplía así un derecho limitado en España a parejas infértiles
"Hola chicas, vengo del médico de cabecera esta tarde para que me mandara a reproducción asistida. Me ha mandado al ginecólogo que es quien me va a derivar. La doctora ha sido encantadora, me ha puesto en el volante que era para fecundación pero sin mencionar que no tenía pareja, ya que dice que, si no, pueden rechazarme antes de tiempo, por lo menos que me vean y que me lo digan a la cara y luego ya veremos". Internet está lleno de testimonios como éste.
El Gobierno andaluz se compromete a garantizar el derecho esta legislatura
"Un médico comparó mi petición con el capricho de tener un Porsche"
Mujeres sin pareja que aspiran a ser madres y acuden a la Seguridad Social para solicitar un tratamiento de reproducción asistida. Como le advirtió la médica a la mujer que dejó este mensaje hace unas semanas en un blog de Internet, la respuesta en España es cuestión de suerte, pero en Andalucía va a dejar de serlo dentro de poco.
La Junta se ha comprometido a garantizar los tratamientos de reproducción asistida en la sanidad pública a todas las mujeres, con independencia de su estado civil u orientación sexual. "Es algo que no está regulado en ninguna comunidad, pero hay una demanda y le vamos a dar respuesta", explica la consejera andaluza de Salud, María Jesús Montero. El compromiso de la Junta es que este derecho sea efectivo en la actual legislatura. La intención es aprobar un decreto en el que se establezcan dos nuevas garantías para la reproducción asistida: un plazo máximo de seis meses para recibir el tratamiento prescrito por un médico (la espera para la fecundación in vitro ronda los tres años); y extender la oferta a todas las mujeres.
Según los datos del Servicio Andaluz de Salud alrededor de 500 mujeres sin pareja masculina acuden cada año a los centros sanitarios andaluces para solicitar que les sometan a un tratamiento de reproducción. Hasta ahora, en Andalucía y en el resto de comunidades, la respuesta oficial es que la sanidad pública sólo sufraga el tratamiento a parejas con problemas de infertilidad. Las parejas de lesbianas y todas las mujeres solteras, separadas o viudas quedan excluidas del sistema. Según varios centros privados de reproducción asistida consultados, alrededor del 10% de sus pacientes son solteras y otro 10%, lesbianas.
La ley 14/2006 sobre técnicas de reproducción asistida establece que "toda mujer mayor de 18 años y con plena capacidad de obrar" podrá ser receptora de estos tratamientos. Y añade: "La mujer podrá ser usuaria o receptora de las técnicas reguladas en esta ley con independencia de su estado civil y orientación sexual". Legalmente todas las mujeres que deseen ser madres pueden someterse a tratamientos, pero la ley no dice que las comunidades autónomas tengan que sufragarlo. Y ahí surge el conflicto. "La cartera de servicios de la sanidad pública no las recoge porque no tienen un problema de salud que les impida ser madre, pero no parece justo que se les deje fuera", apunta la consejera andaluza.
Es lo que le pasó hace año y medio a Nuria, una homosexual bilbaína de 35 años. Entró en la consulta de su médico de cabecera con la intención de que le enviara a una unidad de reproducción asistida y salió hundida. "Me dijo que la ley me reconoce el derecho a someterme a un tratamiento, pero no que me lo tengan que subvencionar", recuerda. "Me argumentó que mi problema no es que no pueda tener hijos, sino que no tengo una pareja masculina. Llegó a comparármelo con el capricho de tener un Porsche. El que tiene un capricho tiene que pagárselo". Salió del centro de salud tan "machacada" que se fue a una clínica privada, donde está en tratamiento, y ni se planteó reclamar. "Ahora me arrepiento porque conozco a otras parejas de chicas que se lo han hecho en la sanidad pública en mi provincia. Depende del médico y yo tuve mala suerte".
La consejera andaluza de Salud afirma no tener constancia oficial de que en sus hospitales se trate actualmente a mujeres sin pareja masculina. Pero reconoce que hay centros "que aplican los criterios con más flexibilidad". Uno de ellos es el Reina Sofía de Córdoba, donde Ángela, soltera de 37 años, no tuvo "ningún problema" para que le derivaran al servicio de inseminación artificial, donde está en lista de espera. "A mí me enviaron sin preguntarme nada y ya sé de muchas chicas solas que se lo han hecho. Hay a otras a las que le han puesto problemas, pero si no te da el volante uno, te cambias de médico y te lo da otro". Esta arbitrariedad demuestra, según la consejera andaluza, la necesidad de cambiar las normas oficiales. "No vale que te traten o no dependiendo del médico que te toque. Es injusto. Una razón de más para regularlo".
La vicepresidenta de la asociación Madres Solteras por Elección (Mspe), Pilar Hernández Peces, considera la iniciativa como "un gran paso adelante". "Sabemos que ya se realizan estos tratamientos en un montón de hospitales públicos, pero hay mucho desconocimiento y al final depende del médico. Algunos te dicen que dónde vas tu sola teniendo un hijo" cuenta Pilar. Ella tuvo a su hija Candela, que ahora tiene 14 meses, después de acudir a una clínica privada. "Yo no podía esperar los dos años de la lista porque quería tenerlo ya. Además, cuando empecé a moverme era el año 2005 y entonces ni se me ocurrió que pudiera pagarlo la Seguridad Social", recuerda.
La presidenta de la Asociación de Lesbianas de Andalucía (Ala), Carmen Zurita, asegura que si la iniciativa de la Junta se cumple se acabará con el "desconcierto actual". "Sabemos que en algunas comunidades es más fácil que en otras, pero casi siempre te tienes que meter en una aventura para ver dónde te atienden".
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