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Reportaje:

Arrecia la crisis, salta la banca

Las ventas de arte contemporáneo vuelven a demostrar su pujanza en plena recesión

Eyaculaciones a casi 10 millones, superficies monocromáticas a 15 y un tríptico monumental a más de 50 millones de euros. Si alguien dijo que había crisis, los coleccionistas de arte no parecen haberse enterado. Pese a que algunos bancos estén en números rojos, las inmobiliarias se precipiten al abismo de la bancarrota y el precio del petróleo haya disparado el precio de los alimentos, invertir en arte sigue siendo un deporte financiero de lo más saludable. ¿Hasta cuándo?

Nadie parece tener una respuesta. "¿Recesión?, ¿qué recesión?", decía con ironía la galerista Barbara Gladstone a la salida de una nueva subasta histórica en Sotheby's. Francis Bacon acababa de convertirse en el artista de posguerra más cotizado por su Tríptico (1976), que se vendió por 55,8 millones de euros.

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Por su parte, Takashi Murakami sextuplicaba su precio con la escultura de un personaje de tebeo eyaculando y lanzando semen sobre su cabeza titulada My lonesome cowboy. Yves Klein, el artista que dio nombre al color azul que utilizaba, disparaba su cotización desde los 4,3 millones de euros hasta los 15,1 con su doradísima pintura MG 9.

Además, otros 15 artistas multiplicaron sus precios estableciendo nuevas marcas históricas -entre ellos el recientemente fallecido Robert Rauschenberg, que llegó a los 9,4 millones de euros con Overdrive- y Sotheby's acababa de cerrar la subasta más rentable de su currículo al vender una obra por valor de 233,8 millones de euros.

En apenas un año el precio más alto pagado por una pieza de arte contemporáneo se ha incrementado en casi 10 millones de euros -el récord anterior lo ostentaba Mark Rothko, cuya pintura White Center (Yellow, Pink and Lavender on Rose) se vendió el pasado mayo por 47 millones de euros-.

Pero aún más revelador es observar las cifras de 2006 y ver que la mayoría de los artistas de posguerra, muchos de ellos aún vivos, han cuadruplicado su valor en menos de dos años. Cuando un comprador anónimo adquirió el cuadro Untitled XXV, de Willem de Kooning en noviembre de 2006 por 11,2 millones de euros, estableciendo ahí el récord para el arte de la segunda mitad del siglo XX, los coleccionistas tomaron nota y se lanzaron a invertir en ese tipo de obras. Pero incluso a quienes están en el negocio no deja de sorprenderles que el apetito por esos artistas se haya transformado en voracidad. "Cada semana conozco a un nuevo coleccionista entre los 30 y los 50 años con mucho dinero dispuesto a comprar arte", aseguraba en la revista Artnews Mary Hoeveler, una ex especialista de Christie's que ahora dirige el Art Advisory Service del grupo bancario Citigroup.

En 2007 Christie's y Sotheby's movieron 5.600 millones de euros en arte moderno y contemporáneo. Pero si las cifras del mercado de las subastas producen mareos, cuando se habla de las transacciones de arte en el ámbito privado es imposible no desmayarse. Los precios de artistas como Jasper Johns o Willem de Kooning son hasta seis veces más altos en el mercado privado que en el de las subastas, y la crisis tampoco parece haber llegado a estos intercambios. Según un estudio realizado por la European Fine Art Foundation (TEFAF), en 2006 las ventas de arte moderno y contemporáneo alcanzaron los 18.500 millones de euros en el ámbito privado y según una proyección hecha por Barron's, en 2007 esas ventas habrían movido 19.300 millones. Pero para algunos expertos, esas cifras son conservadoras. "Si hay 3.000 galerías moviendo 6,5 millones anuales, esa cifra es posible. Pero hay unas cuantas docenas que llegan a unos 65 millones al año. Lo sé porque la mía es una de ellas", aseguraba en Artnews el galerista Paul Gray, de la Richard Gray Gallery de Chicago.

Lourdes Fernández, directora de Arco, aprovechó la semana de subastas para presentar ante un selecto grupo de galeristas y coleccionistas la feria española de arte contemporáneo. Se trataba de un acto de promoción para atraer inversión hacia la feria. "Entre galeristas y coleccionistas no hay ningún temor, así que de momento, creo que el mercado del arte va a seguir al margen de la crisis financiera", declaró a este diario.

<i>Tríptico </i>(1976), la obra de Francis Bacon vendida en Sotheby&#39;s de Nueva York por  55,8 millones de euros: el arte contemporáneo de alta gama goza de buena salud.
Tríptico (1976), la obra de Francis Bacon vendida en Sotheby's de Nueva York por 55,8 millones de euros: el arte contemporáneo de alta gama goza de buena salud.AP

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