Los nacionalistas arremeten contra el PP en el pleno del Congreso

Por el momento, Mariano Rajoy ha conseguido que le critiquen por igual los nacionalistas y los que le acusan de aproximarse a los nacionalistas. En plena efervescencia interna del PP, la nueva dirección del Grupo Parlamentario recuperó ayer en el Pleno del Congreso el discurso duro de la anterior legislatura, caricaturizado por otros grupos como el del "España se rompe".

PNV, ERC y CiU acusan al Grupo Popular de volver a utilizar la mentira

Rajoy, objeto de críticas en su partido por un supuesto giro hacia los nacionalistas, escuchó desde su escaño al diputado del PP vasco Alfonso Alonso pronunciar frases como éstas: "Los nacionalistas disgregan la nación española", "vuelve la imposición y el abuso de los nacionalistas en el País Vasco y Cataluña", "ponen los derechos de las lenguas por encima del derecho de las personas", "el castellano es arrinconado", "en la financiación cederán a la reivindicación nacionalista" y "frenen la tendencia centrífuga que amenaza los cimientos del Estado".

Hasta el momento, el único acercamiento entre el PP y los nacionalistas en el Congreso después del 9-M ha sido una breve conversación hace varias semanas en el hemiciclo entre Rajoy y Josep Antoni Durán Lleida sobre la votación de las presidencias de las comisiones. En la anterior legislatura, el líder del PP mantuvo media docena de encuentros con el portavoz de CiU, pero en lo que va de ésta ni eso siquiera se ha producido.

Incluso, ayer la brecha se amplió y volvió el enfrentamiento entre el PP y los nacionalistas al hemiciclo en el debate sobre la primera proposición de ley del principal partido de la oposición. "Vuelve el PP intransigente y manipulador", "utilizan la mentira, el engaño y la manipulación", "su proposición es una broma", "vuelven a sus clásicos con falsedad y faltando a la verdad" y "utilizan la táctica del choque de carneros", le dijeron a los populares desde la tribuna los diputados Joan Ridao (ERC), Aitor Esteban (PNV) y Jordi Xuclà (CiU). Meritxell Batet, del PSC, acusó al PP de hacer "un cuestionamiento del sistema autonómico". La proposición no de ley hablaba del uso del castellano en las comunidades con lenguas cooficiales y de la necesidad de asegurar la igualdad de derechos entre todos los ciudadanos, independientemente del lugar de nacimiento y residencia.

La misma tesis del recurso que presentó el PP en la anterior legislatura contra el Estatuto de Cataluña ante el Tribunal Constitucional, según el cual cada comunidad no puede establecer un catálogo propio de derechos. Es decir, el discurso que, según algunos análisis, llevó al PP a la derrota electoral en Cataluña y el País Vasco.

La importancia política de la iniciativa estriba en que, por ser la primera de la legislatura, muestra que la prioridad del nuevo PP en el Congreso de los Diputados sigue siendo la política lingüística de Cataluña y el País Vasco.

La votación fue también una repetición de las previas al 9-M, porque el PP volvió a quedar solo frente a todos los demás grupos. Rosa Díez, de UPyD, se abstuvo porque consideraba que el texto era demasiado ambiguo.