"Soy inocente. No sé nada de lo que me están acusando"

El jefe de la Policía Local de Coslada (83.200 habitantes) y supuesto responsable de una de las mayores redes de corrupción policial de España, Ginés Jiménez Buendía, se declaró ayer inocente tras una hora y media ante la titular del Juzgado de Instrucción número 1, en funciones de guardia. De los 26 agentes detenidos en la operación, 15 pasaron ayer a disposición judicial.

Los arrestados entraron a las siete de la mañana en la sede de los Juzgados de Coslada, cuando no había ningún vecino en los alrededores. Entre los detenidos, estaban los dos supuestos principales responsables de la trama de extorsión, coacciones, lesiones y delitos referidos a la prostitución. La magistrada y el fiscal leyeron las diligencias durante toda la mañana, por lo que se retrasó el inicio de los interrogatorios.

El primero en declarar ante la juez fue Ginés Jiménez, cuyo interrogatorio comenzó a la una de la tarde y duró unos 90 minutos. Según el abogado del jefe de la Policía Local de Coslada, José Andrés Díez, el responsable policial rechazó en todo momento los cargos de que es acusado. Entre ellos están delitos contra la Administración Pública (falsedad en documento público, entre otros), contra la libertad sexual (prostitución) y por tenencia ilícita de armas. "Se ha declarado inocente en todo momento y ha dicho que no sabía nada de lo que se le estaba acusando", explicó su letrado a la salida del juzgado.

Jiménez repitió, por tanto, la declaración que hizo durante más de tres horas y media la tarde del sábado ante los agentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid que le arrestaron el pasado jueves.

El segundo en declarar fue el número dos de la supuesta organización mafiosa y mano derecha de Jiménez, de nombre Carlos. Su declaración también duró hora y media. Según su abogado, Alberto Fernández-Palacios, el interrogatorio se dividió en dos partes. La primera estaba referida a los tres dirigentes de la banda, mientras que la segunda se centró en preguntas sobre El Bloque, un grupo de policías que actuaban, supuestamente, a las órdenes de la cúpula. Les preguntaban por sus componentes, cómo funcionaban y por dónde operaban. Carlos rechazó las imputaciones y aseguró que no sabía nada del Bloque. Está acusado de seis delitos, entre ellos asociación ilícita, amenazas, lesiones, robos y delitos sexuales.

Las declaraciones fueron enlazándose una tras otras. Anoche continuaban los interrogatorios. Fuentes judiciales explicaron que la juez tenía previsto firmar un auto de encarcelación o de puesta en libertad conjunto, a la vista de todas las declaraciones. Los abogados, que estuvieron esperando a la entrada del juzgado hasta la una de la tarde, creían que el tiempo de interrogatorio iría bajando en función de la presunta participación de los detenidos en la red mafiosa. Algunas fuentes no descartaban que la juez de guardia suspendiera las declaraciones hasta hoy por la mañana y dictara el auto a mediodía.

Los dos últimos detenidos, el antiguo conductor de Ginés Jiménez y uno de los siete agentes puestos en libertad, pasaron a disposición del juzgado de guardia de plaza de Castilla, en la capital, ya que las detenciones, efectuadas la tarde del sábado, se produjeron en Madrid.