_
_
_
_
Crítica:La lidia | Cuarta de la feria de San Isidro
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Lo que hace el hambre...

Antonio Lorca

Sólo el hambre (es decir, la necesidad y las ganas de ser torero) justifica la meritísima actuación de Joselillo en su confirmación de alternativa. Llegó a Las Ventas como un completo desconocido y ha cortado una merecida oreja que ojalá se convierta en un pasaporte para su futuro.

Pero el hambre, sólo el hambre, explica su pundonor, su raza y su entrega, rayana en la heroicidad, ante un primer toro de mala condición, violento, áspero, manso, huidizo y bronco. Un auténtico tío que miraba por encima del hombro, embestía a oleadas y lanzaba gañafones de miedo. Pero ahí estaba Joselillo, bien plantado, dando la cara de verdad, aguantando lo inaguantable, valentísimo. Y llegó a robarle algún natural largo y con gusto. ¡Qué mérito! Hay que ver lo que es capaz de hacer un torero con hambre...!

Aguirre / Robleño, Aguilar, Joselillo

Toros de Dolores Aguirre, muy bien presentados, serios, con cuajo, mansos, violentos, broncos y muy deslucidos.

Fernando Robleño: pinchazo y estocada baja (silencio); estocada baja (silencio).

Sergio Aguilar: pinchazo, estocada perpendicular, cinco descabellos -aviso- y descabello (algunos pitos).

Joselillo, que confirmó la alternativa: estocada caída (ovación), estocada (oreja).

Plaza de las Ventas. 11 de mayo. Cuarta corrida de San Isidro. Lleno.

Más información
Joselillo: "Me siento feliz por haberlo dado todo"
Si no pasa nada, respiramos hondo
Combatir con el toro duele

Y se vació en el último, tan serio y astifino como toda la corrida, pero el más blando de todos. Joselillo brindó al público y en su mirada se vislumbraba su afán de triunfo. Para empezar, lo citó desde el centro del anillo con un pase cambiado por la espada, y si no llega a encoger el trasero lo coloca el toro en el palo de la bandera. El animal claudicó varias veces, pero la fe del torero hizo el milagro, de tal modo que le cogió la distancia, embarcó la embestida y se inventó naturales de exquisito gusto. No fue una faena de peso porque no podía serlo, pero de muchos quilates fue la entrega, el pundonor y la torería de un sorprendente Joselillo. Culminó su actuación con una gran estocada. Se perfiló con decisión y se tiró encima del morrillo como si en ello le fuera la vida, dispuesto a matar o morir. Se jugaba el éxito o el ostracismo. Y su sacrificio tuvo un honroso premio. Agarró la oreja con fuerza porque la había arrancado de verdad. Sin filigranas, sin pellizco, pero con el sentimiento torero por excelencia: la raza y el pundonor. Honor y gloria a los héroes.

No tuvieron el mismo reconocimiento Robleño y Aguilar. Pero una aclaración previa: había que tener muchas agallas para estar delante de la corrida; habría que ver a las figuras actuales con toros de tan mala condición como los de Dolores Aguirre. Por tanto, ante todo, respeto y consideración para ambos, aunque de poco les sirva.

Poco torea Aguilar y se afligió ante el tercero, quizá el menos áspero, pero tan soso como los demás. Sin confianza y muy dubitativo, tiró pronto la toalla, desbordado, quizá, por su oponente. Se jugó el físico en el otro, al que muleteó sin mando y escasa técnica, pero con la decisión de quien se juega el último cartucho. Estuvo a merced del toro, que no lo enganchó de puro milagro, pero el torero salvó su dignidad, puesta en entredicho en el toro anterior.

Menos suerte tuvo Robleño, torero hecho a jirones de toros duros, quien mantuvo una honesta y baldía porfía con su primero, un toro basura, loco por encontrar el camino de la dehesa, y no pudo ni justificarse en el otro, asesinado por el picador de turno.

El toro da un revolcón a Joselillo, que confirmaba su alternativa ayer en Las Ventas.
El toro da un revolcón a Joselillo, que confirmaba su alternativa ayer en Las Ventas.SANTI BURGOS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_