Una ermita que ha subido al cielo
Un particular aprovecha unas obras en su parcela de Leganés para demoler un templo del siglo XVI que el Ayuntamiento no había catalogado como protegido
Lo que debían ser unas obras de rehabilitación han acabado con una ermita construida en el siglo XVI. Ha sucedido en Leganés (182.000 habitantes), en la denominada finca de la Mora, hoy de propiedad privada, sobre la que se levantaba la ermita de San Juan de Overa, la más antigua de la ciudad, fechada en 1528 según el propio Ayuntamiento del municipio, cuya página web la destaca entre los monumentos del municipio.
Sin embargo, pese a su antigüedad, no estaba considerada como edificación protegida en el Plan General de Ordenación Urbana vigente, que fue aprobado en el año 2000.
El Consorcio de Turismo recomendaba la visita a la iglesia
La ermita demolida era una construcción pequeña, en adobe y ladrillo visto, con una puerta, dos ventanas y una espadaña actualmente sin campana. Desde los años cincuenta del siglo XX, aproximadamente, no se celebraba en su interior el culto. Tampoco poseía ornamentos ni imágenes de valor, según Juan Alonso Resalt, historiador del Instituto de Estudios Históricos del Sur de Madrid Jiménez de Gregorio.
El principio del fin para el pequeño templo pepinero hay que buscarlo en el mes de marzo de 2006. Entonces, la junta de gobierno del Ayuntamiento de la localidad, gobernada por PSOE e Izquierda Unida, aprobaba una licencia de obras limitada a la "consolidación de la edificación destinada a capilla, coro de capilla y bodega". La licencia excluía expresamente actuaciones sobre el resto de edificaciones existentes en la finca, todas ellas en un avanzado estado de abandono, así como nuevas construcciones.
Sin embargo, los trabajos puestos en marcha por los propietarios de la parcela poco tuvieron que ver con el permiso inicial. Actualmente, tanto la bodega como la ermita han desaparecido, al tiempo que a pocos metros del lugar ocupado por ambas en el pasado se levanta una nueva construcción de ladrillo.
El Ayuntamiento explicó ayer que en noviembre ordenó la paralización de las obras y abrió un expediente sancionador a los titulares de la finca, por lo que considera un incumplimiento de la licencia otorgada.
"Los técnicos municipales ya visitaron la zona y comprobaron que había irregularidades, ya que la licencia se les dio para rehabilitar, no para derribar un edificio y construir otro", indicó el gerente de Urbanismo, Enrique Olmedilla, quien añadió que el Consistorio obligará a los propietarios a derribar la construcción iniciada y les sancionará económicamente. Urbanismo confirmó que el suelo sobre el que se asentaba la ermita está calificado como "no urbanizable protegido" y que todas las edificaciones que se levantan sobre la misma están fuera de ordenación y no cuentan con protección especial.
La asociación local Ciudadanos por el Cambio ha criticado la desaparición de la ermita, de la que culparon "a la pasividad mostrada por el Ayuntamiento de la localidad". Un portavoz de la entidad criticó que la ermita no formase parte del patrimonio municipal y que "la falta de supervisión" de las obras llevadas a cabo haya impedido salvar a tiempo la construcción.
La Consejería de Cultura explicó ayer que la ermita no se encontraba incluida en ninguna relación de edificaciones consideradas como bien de interés cultural, ni aparecía en el inventario de edificios protegidos de la región. No obstante, recordó que la disposición adicional segunda de la ley de patrimonio histórico de la Comunidad de Madrid establece que serán susceptibles de incluirse en el inventario de bienes culturales "las iglesias, ermitas, cementerios y edificios singulares con más de 100 años de antigüedad", lo que conferiría al templo "algún tipo de protección".
De hecho, el Consorcio de Turismo de Madrid, dependiente de la Administración regional, sí incluye el templo como uno de los edificios recomendados en Leganés, por considerarla la ermita más antigua de la ciudad.
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