Los bancos estudiarán caso a caso la ampliación de hipotecas
La modificación del crédito será gratuita durante dos años
Nueve hombres firmaron ayer el documento que posibilita a las familias alargar el plazo de su hipoteca sin pagar un euro desde ahora mismo hasta el 22 de abril de 2010. El problema no es sólo que, al diferir el pago, la cantidad desembolsada sea considerablemente mayor, sino que las familias que deseen recurrir a la medida impulsada por el Gobierno dependerán de que su banco o caja de ahorros les dé el visto bueno. Y éstos ya han avisado de que sólo lo harán en el caso de que el cliente sea solvente y que realmente necesite ampliar el crédito para reducir la cuota mensual. No para otros gastos.
El número dos del Santander, Alfredo Sáenz, lo confirmó en otro acto: "La extensión del crédito no tendría sentido sin la calidad del crédito porque sería dar una patada hacia delante sin encontrar la solución".
En la firma del acuerdo estuvieron, por un lado, los ministros de Economía y de Justicia, Pedro Solbes y Mariano Fernández Bermejo, y por otro los responsables de siete asociaciones de entidades financieras, notarios y registradores. Además, presentaron una guía informativa para los que necesiten como sea un desahogo en sus facturas.
Banqueros, notarios y registradores renuncian a embolsarse los 300 euros que podían cobrar por ampliar el plazo de una hipoteca de 150.000 euros. Y las familias quedan eximidas del impuesto por actos jurídicos documentados. Pero ojo, porque los que no puedan soportar el Euríbor en sus tasas actuales y decidan ampliar su hipoteca pagarán al final mucho más.
Por ejemplo, el mismo préstamo de 150.000 euros supone un desembolso de 300.000 euros si se paga en 30 años, y de 63.000 más si se llega hasta los 40 años. El ahorro a corto plazo se traduce en que de una cuota de 834 euros mensuales se pasaría a una 79 euros inferior.
Todo eso si los tipos hipotecarios se mantienen en los niveles actuales, que es mucho suponer. Porque otro de los inconvenientes de ampliar el plazo es que las familias se someten a los vaivenes del Euríbor durante más tiempo, lo que eleva el riesgo.
La guía informativa ya avisa: "Si los plazos de su préstamo son ya largos, la disminución de la cuota puede ser reducida". Y son precisamente los que se han hipotecado recientemente, cuando ya era habitual hacerlo a 30, 35 o 40 años, los más necesitados de esta medida.
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