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Zapatero reafirma su rechazo al 'plan Ibarretxe' ante la exigencia del PNV

El presidente defiende un acuerdo entre los partidos vascos dentro de la Constitución

Luis R. Aizpeolea

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero rechazará la propuesta soberanista de Juan José Ibarretxe y su hoja de ruta en la entrevista que mantendrán en las próximas semanas en La Moncloa, antes de que el lehendakari debata en el Parlamento vasco, el 28 de junio, su propuesta para convocar una consulta sobre el derecho a decidir, según confirmaron ayer fuentes de La Moncloa. "Diálogo y entendimiento, sí, por el bien del País Vasco y del conjunto de España. Aventuras, nunca", dijo Zapatero en el programa de TVE, 59 segundos.

No obstante, el jefe del Ejecutivo está dispuesto a abrir un diálogo con el lehendakari sobre el futuro político de Euskadi, como pretende el presidente del PNV, Iñigo Urkullu. Éste persigue que Zapatero intente un principio de acuerdo con Ibarretxe sobre el futuro que permita a los nacionalistas aparcar el plan y la hoja de ruta del lehendakari, cuya primera etapa se producirá dentro de dos meses.

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Pero Zapatero condiciona ese diálogo con Ibarretxe y el PNV a que se base en una propuesta de reforma estatutaria, ajustada a la Constitución y a los procedimientos que marca la norma fundamental y el Estatuto de Gernika. Tales procedimientos establecen que cualquier propuesta de acuerdo o de reforma estatutaria debe basarse, sobre todo, en el consenso entre los partidos políticos vascos, nacionalistas y no nacionalistas. El pacto bilateral entre los Gobiernos central y vasco es subsidiario de ese acuerdo básico en Euskadi. Pese a estas condiciones, que ya apuntó en el debate de su investidura el 8 de abril, Zapatero pretende disipar los recelos de la dirección del PNV que creen que al presidente le interesa bloquear el diálogo con Ibarretxe y el PNV para favorecer los intereses electorales del Partido Socialista de Euskadi (PSE) que, tras su victoria en las elecciones del 9-M, aspira a ganar las próximas elecciones autonómicas vascas.

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"No hay contradicción entre los intereses de Zapatero y el PSE. Tanto a Zapatero como a la dirección del PSE les interesa el diálogo con Ibarretxe y con el PNV para recuperar la normalización política en Euskadi", señalan fuentes del entorno del presidente del Gobierno.

En La Moncloa descartan que Zapatero y el PSE estén en el "contra peor, mejor", o que, dicho de otro modo, estén a favor de que el PNV se enfangue en la propuesta soberanista y su hoja de ruta que lleve al fracaso electoral a los nacionalistas y facilite el camino de Patxi López en las elecciones vascas.

Aunque Zapatero y el PSE estén a favor del diálogo con Ibarretxe van a exigirle al PNV el esfuerzo principal de arrinconar los planes soberanistas del lehendakari. La dirección del PNV, que preside Urkullu, ha manifestado a Ibarretxe reiteradamente que retire su plan soberanista, pero el lehendakari no se ha comprometido aún.

Los socialistas tratan de invertir la pretensión de la dirección mayoritaria del PNV, que lidera Urkullu, de que sea Zapatero quien saque a los peneuvistas del atolladero soberanista en que les ha metido Ibarretxe.

En este sentido, no se descarta que Zapatero, antes de recibir a Ibarretxe, reciba en La Moncloa a Iñigo Urkullu. Ya lo hizo, en la legislatura anterior, con el entonces presidente, Josu Jon Imaz. Pero fueron reuniones discretas. Tanto Zapatero como Imaz trataron de preservar el rango institucional de las reuniones con el lehendakari.

En las próximas semanas, podrá suceder lo mismo, con la peculiaridad de que Zapatero y Urkullu no se conocen. No obstante, Urkullu mantiene una relación muy fluida con el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. La última vez que se reunieron fue en abril, en Madrid, para analizar la posición de los nacionalistas vascos ante el debate de investidura de Zapatero.

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