Chacón visita a las tropas españolas en Líbano

La ministra de Defensa, Carme Chacón, tiene previsto llegar esta mañana a Beirut (Líbano) para visitar a los 1.100 cascos azules españoles desplegados en el sur del país con la misión de vigilar el alto el fuego entre Israel y la guerrilla chií Hezbolá tras la guerra del verano de 2006.

Se trata de la segunda visita de Chacón a las tropas españolas en el exterior desde que tomó posesión del cargo, el pasado 14 de abril. Sólo cinco días después, la ministra realizó una visita sorpresa a Afganistán. Como en aquella ocasión, Chacón, embarazada de más de siete meses, viaja acompañada por un equipo de médicos militares.

Tras visitar Líbano, la ministra viajará esta noche a Sarajevo, donde el general español Ignacio Martín Villalaín está desde enero pasado al mando de los 2.500 efectivos de la misión de la Unión Europea en la ex república yugoslava. El único contingente significativo que Chacón no tiene previsto visitar es el de Kosovo, con 600 efectivos, debido a los problemas que plantearía la presencia de un miembro del Gobierno en un país cuya declaración unilateral de independencia, proclamada el pasado 17 de febrero, España considera ilegal. No obstante, contactará con los mandos de Kosovo durante su estancia en Sarajevo.

Amenazas serias

El viaje de Chacón a Líbano se produce en un momento especialmente delicado, por las críticas que las tropas españolas han recibido últimamente en medios de comunicación prosirios, como el diario As Safir, que les acusó de espiar a Hezbolá en favor de Israel. Las críticas, según fuentes militares, carecen de fundamento, pero deben tomarse muy en serio, pues se suman a las amenazas de Al Qaeda y se producen en un país donde matanzas y magnicidios quedan sin aclarar.

De hecho, aún están por detener los autores del atentado del pasado 24 de junio, en el que murieron seis soldados del Ejército español (tres españoles y tres colombianos). Un palestino del campo de refugiados de Ain El Helue, junto a la ciudad de Tiro, a quien se vinculó con la colocación del coche bomba, acabó siendo puesto en libertad por falta de pruebas.

Los expertos creen que las críticas al contingente español se deben a que su rigor está consolidando la presencia del Estado libanés en el sur del país y minando el poder que tenía allí Hezbolá.