_
_
_
_
Análisis:Ante el Primero de Mayo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Algunos desafíos del sindicalismo vasco

Como el conjunto del sindicalismo europeo, el movimiento sindical vasco se encuentra a la defensiva, experimenta un importante proceso de debilitamiento y sufre una crisis de orientación. El pacto capital-trabajo generado en el marco del crecimiento económico y el débil y tardío desarrollo del Estado del Bienestar en la sociedad vasca se ha roto por el lado del capital. Los informes de las instituciones internacionales (OCDE, Comisión Europea..) y las estadísticas oficiales del Eustat reconocen que los empresarios se benefician de la reducción de impuestos, está aumentando la brecha entre las rentas altas y bajas, y disminuye la participación de los salarios en la renta. Se mantiene una temporalidad elevadísima en la contratación laboral y la tasa de siniestralidad laboral, incluidas enfermedades profesionales que permanecen ocultas, alcanza proporciones escandalosas. Se ha parado la tendencia histórica a la reducción de la jornada de trabajo, mientras que aumentan las jornadas irregulares y el trabajo de noche y fin de semana, que dificultan cada vez más la vida personal, familiar y social.

Es imprescindible un pacto de 'comportamiento' entre las centrales
Más información
Un modelo sindical amenazado

Esas tendencias del mercado no se encuentran frenadas, sino más bien lo contrario, por la acción de la administración pública. En el caso de la comunidad autónoma, el régimen fiscal del Concierto se traduce en la reducción de impuestos a las empresas y una fiscalidad favorable a las rentas más altas y las de capital (tipo único del 18% para éstas, inexistencia de imposición sobre las herencias, anunciada desaparición del Impuesto de Patrimonio...), mientras que el gasto social sobre el PIB, se encuentra a la cola de la UE y es incluso inferior a la media estatal. La temporalidad en el empleo público en sectores como la sanidad supera a la media del sector privado. La privatización y la subcontratación se extienden en los servicios públicos y sociales, la universalización de éstos se encuentra en la práctica cuestionada por las fórmulas de copago, y se muestra una acusada apatía e ineficacia para impedir los efectos sobre el empleo, los salarios y las condiciones de trabajo de las deslocalizaciones realizadas y de las amenazas de las mismas.

Esta difícil situación de la mayoría asalariada requeriría de una acción decidida y unitaria de las organizaciones sindicales, que exige acordar principios básicos de funcionamiento. En primer lugar, el reconocimiento de la pluralidad, que conlleva diferentes formas de entendimiento de la acción sindical. Resulta evidente, sin embargo, que en ocasiones los límites del sindicalismo de clase pueden ser traspasados bajo la coartada de la pluralidad. La barricada como línea de separación entre amigos y enemigos debe ser sustituida por barricadas, es decir, por temas concretos vinculados a necesidades sociales que permitan sumar fuerzas en cuestiones como la precariedad laboral, los accidentes laborales, la emigración, el gasto social, la discriminación laboral hacia las mujeres, etc. El reciente ejemplo de oposición de los cuatro grandes sindicatos (ELA, CC OO, LAB y UGT) a los requerimientos antisindicales del Tribunal Vasco de la Competencia con ocasión de la apertura de los grandes almacenes, puede y debe ser seguido de la actividad conjunta en temas, como el de la siniestralidad laboral, en los que es más fácil el acuerdo. La confrontación democrática y radical necesaria para defender los intereses de los asalariados contrasta con el diálogo social en frío.

Es imprescindible un pacto de comportamiento entre los sindicatos sobre las reglas de funcionamiento, especialmente en la negociación colectiva, que esté inspirada en que "no todo vale" en las relaciones sindicales. Reglas más concretas pueden ser las de evitar los acuerdos firmados en minoría, establecer reglas trasparentes y estables sobre financiación, aceptar el juego de las mayorías y el respeto de las minorías, el rechazo al hegemonismo sindical a cualquier precio -lo que incluye que es muy difícil pretender un trato correcto en la comunidad autónoma mientras que se utiliza el rodillo en las relaciones a escala estatal- y evitar los dobles raseros en la acción sindical y en la convocatoria de huelgas.

Mikel de la Fuente y Juan Hernández son pProfesores de la Escuela Universitaria de Relaciones Laborales de la UPV/EHU.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_