El mueble capea el temporal

El mueble español goza de una salud aceptable, pese a la crisis inmobiliaria y a la desaceleración económica mundial, según ha puesto de manifiesto esta semana, en sus bodas de plata, la Feria Internacional del Mueble de Madrid.

Las repercusiones negativas de la crisis sobre esta industria están siendo menores de lo que se suponía, al menos hasta ahora, tal vez porque tampoco han sido tan positivas como pudiera pensarse las ventas derivadas en los últimos años para el sector del boom inmobiliario (no hay que olvidar que hoy hay cuatro millones de viviendas vacías y sin amueblar). El sector español del mueble ha respondido en 2007 de manera positiva a la desaceleración de la economía frente a otros sectores que han visto caer sus ventas en altos porcentajes, como el sector de la automoción o el inmobiliario, según destaca en su último informe el Observatorio Español del Mercado del Mueble (OM), que elabora trimestralmente el Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines (Aidima).

España fabricó muebles en 2007 por valor de 8.606 millones de euros

La producción española de mobiliario en 2007 ascendió a 8.606 millones de euros, lo que supone aproximadamente el 0,88% del PIB y unas tres décimas menos que la cifra registrada en 2006.

Mimbres que explican el buen comportamiento relativo de esta edición de la feria, pese a lo que está cayendo sobre la economía. Así, en esta edición, que se ha celebrado a lo largo de esta semana, han participado 635 empresas, unas 80 menos que en 2007, y de ellas, el 23% han sido firmas procedentes de Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Dinamarca, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Holanda, Indonesia, Italia, Malaisia, Marruecos, México, Portugal, Reino Unido, República Checa, Singapur, Suecia y Turquía.

Una participación coherente con la creciente dimensión internacional de este negocio. Según un informe de la Asociación Nacional de Industriales y Exportadores de Muebles de España (Anieme), las empresas nacionales exportaron muebles por valor de 1.704,6 millones de euros en 2007, cifra que representa un 16,1% más que en 2006 y supone un cambio de tendencia en las exportaciones, tras un lustro de descensos. Francia, Reino Unido y Portugal son los principales destinos del mueble español. Asimismo, en 2007, España importó muebles por valor de 3.045 millones, un 30,8% más que en 2006. La balanza comercial arroja un saldo negativo, debido al fuerte aumento de las importaciones, y sitúa la tasa de cobertura en el 56%.

Un escenario que progresivamente va a cambiar con la deslocalización parcial de su actividad (los elementos de menor valor añadido y con mayor componente de mano de obra) por parte de algunos fabricantes nacionales que producen fuera de España, en China y en el norte de África, y con la creación de redes de distribución internacional y apertura de tiendas en otros países.

Innovación, diseño, tecnología, mayor tamaño empresarial y sobre todo producto de calidad son las bazas para este desembarco exterior y para hacer frente en casa a nuevos competidores, tipo IKEA, en el segmento de mueble barato y funcional.

El análisis del Observatorio Español del Mercado del Mueble presenta también una reflexión tranquilizadora sobre las secuelas de la burbuja inmobiliaria. Los millones de viviendas vacías "se amueblarán progresivamente, cumpliendo así por fin su función social real: la creación de un hogar, y no la de 'activo financiero' que han desarrollado hasta ahora. Si a este fenómeno se une la detección de una creciente actividad de rehabilitación, que generalmente lleva aparejada la compra de nuevos muebles, cabe esperar sin duda una mejora sustancial del consumo a medio plazo, teniendo en cuenta, además, que el 25% de ese consumo se realiza para amueblar nuevas viviendas, y el 75%, para la renovación". -