Los regantes no venderán agua a Barcelona, pero se comprometen a ahorrarla
La reunión celebrada ayer en Zaragoza entre los regantes del Ebro, el Ministerio de Medio Ambiente y la Generalitat catalana se saldó con un principio de acuerdo: nadie venderá agua para Barcelona, pero los regantes se comprometen a ahorrar los 32 hectómetros cúbicos que no usa el minitrasvase de Tarragona, de forma que ésa sea la cantidad que llegue a Barcelona.
¿Cómo se producen esos ahorros? "Con imaginación", dijo el presidente de la Confederación de Regantes, César Trillo. Lo que la imaginación dé de sí deberá ser aprobado en dos semanas por la asamblea de los regantes del Ebro. Ése fue otro de los puntos pactados: el agua no saldrá de un único punto de la cuenca sino de toda ella, sin compensaciones económicas, aunque previsiblemente a cambio de obras.
La reunión fue cordial, y en ella se recordó a los regantes que la ley fija prioridades y la primera es asegurar el abastecimiento humano.
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