Egipto ultima una tregua entre Israel y Hamás
Sobre el tapete, dos asuntos: un alto el fuego entre Israel y Hamás y la apertura de los cruces fronterizos de Gaza para poner fin al bloqueo económico. El Gobierno egipcio y su incansable mediador, el jefe de los servicios de inteligencia, Omar Suleimán, llevan meses tratando de forjar un pacto con múltiples aristas. También por interés propio. Para que no se repita lo sucedido en enero en Gaza, cuando el movimiento fundamentalista palestino dinamitó el muro fronterizo con Egipto para aliviar el asedio impuesto por Israel. Portavoces de Hamás afirmaron ayer que darán su respuesta definitiva mañana.
Aunque tanto los israelíes como los islamistas palestinos están interesados en una tregua, los obstáculos aparecen por todos los rincones. El diputado islamista Salah Bardawil aseguró ayer que Hamás considera que el alto el fuego podría aplicarse sólo a la franja de Gaza. Se trataría de una concesión de gran importancia, porque hasta la fecha han insistido en que de ningún modo aceptarían la exclusión de Cisjordania del pacto. Lo que es indiscutible es que el territorio palestino -hoy dejará de funcionar la única central eléctrica de Gaza por falta de combustible, según anunció el director de la Autoridad de la Energía, Kanan Obaid- sufre un cerco económico demoledor.
Control de fronteras
A cambio del alto el fuego, los cruces fronterizos de Gaza serían abiertos. Surge al respecto un interrogante. ¿Quién se hará cargo del paso limítrofe de Rafah? No será sencillo que Hamás ceda el puesto a las fuerzas de seguridad leales al presidente Mahmud Abbas. Como tampoco lo es que Israel acceda a que Hamás se haga con el control del cruce.
Hamás no es un bloque monolítico. Y las discrepancias internas, casi nunca admitidas públicamente, afloran a veces abruptamente. Ocurrió el fin de semana: mientras el ex presidente Jimmy Carter trataba de persuadir sobre la conveniencia de una tregua al líder de Hamás en el exilio de Damasco, Jaled Meshal, el brazo armado de los islamistas atacaba una de las terminales fronterizas en una operación de gran calibre.
Resta otro escollo más. Y no es menor. De alcanzar el acuerdo Hamás y Egipto, los primeros deberán persuadir a otras milicias -Yihad Islámica- para que lo respeten. Y El Cairo deberá disuadir al Gobierno israelí para que accedan al pacto.
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