Aumentan las voces que piden la devolución del pazo al Estado

La conselleira de Cultura, la nacionalista Ánxela Bugallo, se congratuló de haber logrado vencer "la obstrucción" de los Franco a la inspección oficial del Pazo de Meirás, aunque remarcó que de ningún modo la pretensión de la Xunta es ir más allá, de momento, que de declarar la fortaleza Bien de Interés Cultural para reforzar su preservación y dotarla de un mínimo uso público.

Pero ayer volvieron a redoblarse las voces que reclaman abrir el debate sobre la posibilidad de revertir al patrimonio público una propiedad que fue donada y pagada por el conjunto de las instituciones de A Coruña a Francisco Franco en 1938. "Debería pensarse en la restitución de este bien a Galicia", sentenció el presidente de la Real Academia Galega (RAG), Xosé Ramón Barreiro. El historiador, que tachó de "importante" el haber conseguido ayer que se cumpla la Ley de Patrimonio Cultural de Galicia que obliga a supervisar que ningún bien "se deteriore o se deteriore con obras inapropiadas", abogó por alcanzar un acuerdo con los Franco para recuperar el pazo, "aunque no sea gratuitamente".

Mucho más contundente en su reclamación es la Comisión Pola Recuperación da Memoria Histórica, que estudia ir a los juzgados para solicitar la devolución de la propiedad. Considera que hay jurisprudencia favorable, como el fallo del Tribunal Supremo que obligó al Ministerio de Defensa a devolver a sus dueños unas tierras donadas a Franco en 1937 por una familia de Tenerife para impedir que uno de los suyos fuese fusilado.

Manifestación

"La donación de Meirás fue a Franco en su calidad de jefe de Estado y, una vez muerto y acabada la dictadura, todas sus propiedades obtenidas durante el ejercicio del poder, deben ser devueltas al patrimonio público", destacó la comisión, que ha convocado una manifestación frente al pazo para el próximo 8 de mayo, coincidiendo con la celebración en el recinto de la boda de una bisnieta de Franco.

Un informe reservado de un alto mando militar franquista, realizado en 1939 y conservado en el Archivo de Alcalá de Henares, desvela que para sufragar el coste que supuso adquirir, reformar y acondicionar el Pazo de Meirás hubo que obligar a todos los ayuntamientos de la provincia de A Coruña a aportar como mínimo un 5% de su recaudación del impuesto de la contribución.

El historiador Ian Gibson, experto en el período del franquismo, reseñó ayer como "importantísimo" la entrada de la Xunta en Meirás. "Es una gran noticia pues estamos todos en un proceso de recuperación de la memoria".