Los riesgos de un rico patrimonio

Andalucía posee un patrimonio artístico formidable. Siglos de historia y ciudades que han vivido momentos de un enorme esplendor económico han ido de la mano de sus artistas para dejar miles de obras de arte en museos, iglesias y palacios. La resolución de algunos robos de obras de arte en los últimos tiempos ha desatado la inquietud. Tres ladrones y un pseudoanticuario están acusados de comerciar con obras de arte robadas. Su organización fue desarticulada recientemente en Sevilla. A este grupo le intervinieron 24 pinturas y cuatro imágenes religiosas, entre otros frutos de su saqueo. Además, entre las piezas recuperadas, había un óleo con la figura del arcángel san Miguel, atribuido a la escuela de Zurbarán. La operación policial culminó después de seguir la pista de un robo ocurrido en mayo de 2007 en la ermita de Santa Ana de Osuna (Sevilla), donde fueron sustraídos tres cuadros, entre otras piezas.

Hay entre 40 y 50 ladrones de arte en España, según la Guardia Civil

Un anticuario de Sevilla cree que "no hay seguridad" en las iglesias

Tras una operación de este tipo, voces de distintos sectores sociales dan cuenta de la situación del patrimonio artístico de iglesias y palacios. Jesús Pastor, portavoz del Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil, resta cualquier tipo de alarma. "Andalucía es una comunidad bastante privilegiada en cuanto a robo de obras de arte. El problema afecta, sobre todo, a los yacimientos arqueológicos", comenta Pastor. Se producen robos en iglesias y en segundas residencias, pero se trata de escasos sucesos si se compara con otras zonas de España. El portavoz del Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil señala que el problema es mucho mayor en pueblos y aldeas de Castilla y León y de otras comunidades con zonas rurales con escasa población.

De hecho, en las estadísticas de la Guardia Civil no consta ningún robo de obras de arte u objetos con valor histórico en Andalucía en 2008. Sólo hay constancia de un robo de joyas y objetos religiosos en Arcos de la Frontera (Cádiz) en 2007. Y los robos denunciados en 2006 son los siguientes: muebles en Benalup (Cádiz); antigüedades en Begíjar (Jaén); una imagen del siglo XV en una iglesia de Sierro (Almería); objetos de una capilla de una finca de Córdoba; y unas vallas que datan del siglo XVI de un cercado de Úbeda. "Si se comparan estos datos con los de Castilla y León, se puede decir que en Andalucía los robos de obras artísticas y antiguas son mínimos", señala el portavoz.

La red de delincuentes que opera en este tráfico en España es pequeña. "Hay entre 40 y 50 personas que roban arte en toda España. Son pequeños clanes familiares formados por el padre, el cuñado, hijos, amigos...", relata. "Se reúnen, cogen una furgoneta, se desplazan 400 kilómetros, cometen el robo y vuelven a su lugar de origen. Tienen la pieza guardada en un escondrijo. Cuando ha pasado tiempo y la alarma social se calma, estos ladrones ponen la pieza sustraída en canales de comercialización. Normalmente, el autor del robo va a un intermediario, que la pone en el mercado", detalla Pastor.

"Nosotros inspeccionamos comercios de antigüedades, asistimos a ferias, revisamos catálogos de salas de subastas. Tenemos una base de datos de 5.000 fotos de piezas sustraídas en España desde 1980", afirma el portavoz. "Es fundamental la inmediatez y que tengamos fotografía de la pieza robada. Si no ocurre así, es prácticamente imposible recuperarla", añade Pastor.

Juan Alcalde, inspector jefe del Grupo de Robos y Patrimonio Histórico de Andalucía Occidental, coincide con la información dada por la Guardia Civil al señalar que "en Andalucía está bastante controlado el tema del robo de obras de arte". Alcalde comenta, además, que la "mayoría de los robos de obras de arte se producen en zonas que son competencia de la Guardia Civil, como ermitas de pueblos y casas de campo".

Algunos especialistas no son demasiado optimistas respecto a la situación del patrimonio artístico andaluz. Enrique Valdivieso, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, opina que "el patrimonio artístico andaluz está en una situación de verdadero desfavorecimiento porque es un patrimonio inmenso". "Se guarda fundamentalmente en iglesias. Algunas ermitas, situadas en lugares solitarios, son objeto de saqueo constante. Muchos párrocos retiran de las ermitas las piezas más valiosas", dice. Valdivieso enumera algunas medidas para evitar robos. "No dejar nada en un lugar que pueda ser accesible a los ladrones; retirar a lugares seguros las obras de arte de mayor relevancia; y buscar la ayuda de los ayuntamientos y la Consejería de Cultura para mejorar la seguridad", asevera Valdivieso.

Juan Fernández Lacomba, historiador del arte y pintor, comenta que "no hay vigilancia". "Cada Delegación de Cultura de la Junta tiene que tener un responsable del patrimonio. Y esa gente no hace un seguimiento. No hay continuidad en la custodia. Lo mejor es que haya más monjas y curas. Sería más barato y más efectivo hacer carteles promoviendo que la gente se metiera en los conventos que articular un sistema de custodia que no es efectivo", ironiza Fernández Lacomba.

El presidente de la Asociación de Anticuarios de Andalucía, Antonio Morales Ortega, afirma que "es muy extraño que haya robos de arte en Andalucía porque ermitas aisladas hay muy pocas en esta comunidad". Morales Ortega recalca que este tipo de sustracciones son "muy absurdas". "Como tal, una pintura es una pieza única. La controla la policía porque tiene fotos de ella. No es una pieza seriada, artesanal. Es absurdo meterse en ese mundillo del robo de obras de arte. Yo no le veo futuro", agrega Morales Ortega.

José Antonio Garcés, hijo de la dueña de Antigüedades El Museo, en Sevilla, opina que "robar en una iglesia es fácil". "No hay seguridad ninguna", resume. Garcés apuesta por incrementar las medidas de seguridad en los templos. "Cuando entro en una iglesia no hay nadie que vigile. Tendría que haber una persona vigilando que nadie está robando", agrega Garcés.

La iglesia de San Juan de Marchena (Sevilla) guarda en su museo nueve lienzos de Zurbarán. Juan Ramón Gallardo, párroco de la iglesia, recalca las medidas de seguridad que protegen este tesoro. "Tenemos un sistema de alarma y puerta blindada. La Policía Municipal llega a una velocidad de vértigo cuando salta la alarma. A veces, ocurre fortuitamente. Aquí tenemos una seguridad a nivel de profesionales. La policía y la Guardia Civil son eficacísimas", explica Gallardo.

Jesús Romero, director general de Bienes Culturales de Andalucía, repite que el problema afecta, sobre todo, a comunidades como Castilla y León "con pueblos con muy poca población". "En Andalucía las poblaciones son mayores y los templos tienen una vigilancia mayor porque la gente se fía menos al haber más habitantes", dice.

Distintas voces muestran, así, su visión sobre un problema que preocupa a muchos: el robo de un patrimonio que pertenece a todos los andaluces.