Melisa Bril, de 28 años, se hartó de cobrar entre 700 y 800 euros como fisioterapeuta. Terminó la carrera en 2000, y eso es lo que encontró, entre contratos temporales, hasta que hace unos meses aceptó un trabajo de administrativa en el departamento de atención al cliente de un banco. No le hacía falta ninguna carrera para acceder a ese empleo y cobra unos 1.200 euros al mes.
Como ocurrió en el caso Mari Luz, otro despropósito administrativo facilitó el doble crimen de Alovera (Guadalajara). Los jueces no requirieron en ningún momento al Ejército para que le retirara al sargento José Javier Lacasa el arma del crimen, una Smith&Wesson del calibre nueve milímetros parabellum que el suboficial compró de forma privada con su tarjeta militar, que funciona como una licencia de armas.
ANA PANTALEONI | Barcelona
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