Educación achaca la bronca en la UPV por los pluses a las elecciones a rector

"Esta legislatura se recordará por ser una de las de mayor sintonía entre el Departamento de Educación y la Universidad del País Vasco". Así de rotundo se mostró ayer el consejero de Educación, Tontxu Campos, para rechazar que exista un enfrentamiento entre su departamento y la universidad pública por desacuerdos en el reparto del pago de los complementos salariales al profesorado.

Campos aprovechó la presentación del concierto que la orquesta de alumnos de los conservatorios vascos ofrecerá en Bruselas para desmentir tal conflicto y atribuyó el enfado de los docentes a la proximidad de las elecciones al rector, previstas para el 22 de mayo.

El decreto sobre el pago de los complementos atribuía a la UPV el abono de entre un 10 un 15% de la cuantía total. El resto lo pondría Educación. Al elevarse la factura total de los pluses a 60 millones en tres años debido a una falta de previsión -a cada docente le corresponde una media de 5.300 euros anuales-, la consejería exigió que la UPV asumiese el porcentaje más alto. Al centro le faltaban tres millones para poder costear el importe, pero Educación se negó en redondo a aportar más del 85%.

El rector, Juan Ignacio Pérez, anunció en la tarde del jueves en la reunión del Consejo de Gobierno que va a resolver el problema echando mano de otras partidas del presupuesto de la institución académica, que suma en total 437,1 millones. La decisión se tomó a última hora, ya que a las 9.30 el propio Pérez reconocía a los presentes que no tenía una solución, según miembros del Consejo. No precisó de qué partidas va a restar el dinero. El Rectorado tampoco quiso detallarlo ayer.

El medio año de retraso en el pago de los complementos ha indignado al profesorado, hastiado de un proceso lleno de obstáculos e irregularidades. El sindicato UGT atribuyó a las elecciones esa repentina solución, para evitar que el conflicto haga tambalear la reelección a la que optará Pérez.

El titular de Educación hizo ayer una lectura opuesta: el malestar de la plantilla se debe precisamente a la proximidad de la cita con las urnas. "Hay grupos interesados y no todo lo que se dice refleja la realidad", indicó.

Campos celebró que la universidad vaya a abonar su parte. "La UPV ha encontrado en la plurianualidad [los complementos corresponden a la actividad entre 2005 y 2008] la forma de certificar el crédito para pagar el 15% acordado", explicó y justificó los retrasos porque "evaluar a 4.000 personas lleva su tiempo". Para reforzar la idea de la sintonía entre ambas partes, recordó el Plan Universitario lanzado en diciembre, en el que Educación reserva al centro público unos 1.200 millones hasta 2010.

El interés por los complementos eclipsó ayer otros asuntos aprobados por el Consejo de Gobierno, como la ampliación del catálogo de la UPV, que ahora cuenta con 49 títulos propios y 79 programas de doctorado, la mitad con mención de calidad del Ministerio de Educación. También se fijó el número de plazas para el próximo curso, en el que destaca el aumento en Medicina y Enfermería para solucionar la falta de personal sanitario.