Ming Wei quiere recuperar su violín
Centenares de bilbaínos firman para que la Policía Municipal devuelva a un músico callejero el instrumento
"Quiero justicia, quiero mi violín". Así de rotundo se muestra Ming Wei, un violinista chino al que la Policía Municipal incautó en la plaza de Unamuno de Bilbao su querido instrumento el pasado miércoles. Ayer el músico escenificó su protesta en esa misma plaza, exigiendo que los agentes se lo devuelvan. "Estos [los policías] ya no saben qué hacer", protestaba una mujer mientras firmaba una petición que exigía la devolución del violín a su propietario. Ayer a media tarde llevaba más de 500 firmas.
El Ayuntamiento alega que se habían recibido quejas de vecinos
"Y eso que acabo de empezar el jueves por la noche con la protesta. Yo soy músico, no un mendigo. Nunca le hecho daño a nadie, sólo toco el violín", afirma Ming Wei mientras atendía a los ciudadanos que se acercaban a firmar en su favor. "Me lo ha contado un colega, ¿dónde hay que firmar?", preguntaba un joven recién salido del metro de Unamuno antes de incluir su nombre, apellido, DNI y firma en la petición. "Qué poca vergüenza, si estuviera bebiendo y molestando lo entendería, pero él nunca le ha dado problemas a nadie", exclamaba otra ciudadana mientras estampaba su firma.
El pulso entre Ming Wei y las autoridades municipales se remonta a 2006, cuando el violinista tocaba en la Gran Vía. La Policía Municipal alega que tuvo que intervenir tras las múltiples denuncias de vecinos y comerciantes, según un portavoz de la corporación. "Normalmente, suelen hacer la vista gorda en este tipo de incidentes, pero cuando hay quejas de por medio tienen que hacer algo", añadió. Wei deberá de pagar más de 600 euros acumulados en multas si quiere recuperar su instrumento. "¿Cómo voy a pagar? No lo sé", se lamenta el perjudicado.
"Realización de un espectáculo artístico sin licencia municipal en la vía pública", reza el justificante que le entregaron a Wei los agentes cuando se llevaron el objeto incautado. El consistorio explicó que no existe ninguna normativa que prohíba a los artistas tocar en la calle, pero sí está vedada la mendicidad que, según los agentes, practicaba el implicado.
Con una mezcla de francés e inglés salpicada de palabras chinas para las que no encuentra traducción, Wei, que reside habitualmente en Francia, asegura que los agentes fueron "muy violentos" con él en varias ocasiones -la Policía asegura que se resistió una vez al arresto- y que nunca había tenido problemas en las demás ciudades europeas en las que vivió.
El portavoz municipal aseguró que no había ninguna instrucción para acabar con las actuaciones callejeras en Bilbao y negó cualquier vinculo entre este incidente y el arresto, en febrero, de la cabra que utilizaba un grupo de músicos gitanos como atracción de su espectáculo callejero. "La cabra no es un animal de compañía, está prohibida su presencia en la ciudad y también su participación en actuaciones", explicó.
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