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Análisis:ANÁLISIS
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Hello Benny Hill!

La noticia de una empresa que ha reducido el sueldo de las enfermeras por no utilizar la falda en sus clínicas, recuerda los sobresaltos de Benny Hill cuando "sus traviesas o atrevidas" enfermeras dejaban ver los ligueros al poner la inyección al paciente de la cama de al lado.

Que las enfermeras decidieran no usar la falda y se colocaran los pantalones sanitarios para atender a los enfermos puede ser motivo de chistes y comentarios más o menos ingeniosos, pero en realidad es un nuevo ejemplo de cómo el trabajo de las mujeres puede quedar condicionado por el estereotipo que las define con una determinada imagen, capaz de resultar atractiva para el sexo opuesto

Existe otro caso registrado en la crónica de tribunales que, al menos, se solucionó de manera inteligente. Era el año 1992 y RENFE ordenó a las trabajadoras del AVE el uso de falda con un largo de dos centímetros por encima de la rodilla y medias, exigencia que estimaba razonable y no sexista en atención a que el AVE era un servicio muy especial y algo así como "... el atractivo o emblemático de la empresa".

El asunto llegó al Tribunal Constitucional y allí el Ministerio Fiscal alegó que el uso obligatorio de la falda responde a un trato distinto para la mujer que solo se justifica en razón de su sexo y que proyecta una situación de inferioridad de la misma que la Constitución quiere erradicar. No sabemos si tales afirmaciones hubieran prosperado porque el pleito quedó zanjado con el acuerdo entre el Ministerio de Fomento y los sindicatos, que permitía a las trabajadoras del AVE la utilización del pantalón como prenda del uniforme. Inteligente solución que satisfizo la reivindicación laboral y evitó un eventual pronunciamiento de vulneración del derecho de no discriminación por razón de sexo.

Entonces con las azafatas del AVE y ahora con las enfermeras, los empresarios defienden la libertad de elegir su "imagen" ante el público y usuarios como parte de su libertad de empresa. La cuestión es si imponer un uniforme de faldas a sus trabajadoras -en algunos casos unidas a medias, cofias o delantales- colisiona o no con la prohibición de discriminación por razón de sexo.

Antes de la Ley para la Igualdad efectiva de mujeres y hombres, de marzo de 2007, se entendía que las empresas no pueden hacer distinciones basadas en el sexo, raza o religión porque la Constitución lo prohíbe. Pero la polémica definitivamente quedó zanjada con esta ley que literalmente dice que las empresas están obligadas a respetar la igualdad de trato y de oportunidades en el ámbito laboral.

Además, declara que hay discriminación directa cuando una persona, por razón de sexo, es tratada de manera menos favorable que otra en situación comparable. Las consecuencias van desde la nulidad de la orden, a la sanción de la empresa, pasando por la indemnización de los daños perjuicios sufridos por las personas afectadas. Es decir, graves consecuencias que persiguen disuadir a las empresas de tales comportamientos.

Sin embargo, y a pesar de todo ello, todavía encontramos intentos de justificaciones neutrales, como que el uso de la falda por la mujer está generalizado o que su elección es algo meramente circunstancial, como puede ser que el uniforme sea de un color u otro o que la chaqueta lleve o no solapas. A estas alturas sabemos que son argumentos formales que intentan dar cobertura a otras razones que nada tienen que ver con las funciones a desarrollar en el trabajo.

Ocurre que la situación de la mujer en el mercado de trabajo tiene dos realidades paralelas: una es la legal, donde ha conseguido mejoras que también han beneficiado a toda la sociedad; la otra realidad, la sociológica, muy bien retratada por Benny Hill, reaparece de vez en cuando. Entonces conviene mirar las crónicas judiciales y detenerse en las decisiones inteligentes de algunas empresas.

Inmaculada Montalbán Huertas es magistrada del TSJA y premio nacional del Consejo General del Poder Judicial

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