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Crecimiento económico a la baja

El Departamento de Economía del Gobierno catalán está estudiando revisar a la baja la previsión de crecimiento para este año, fijado en el 3% en los Presupuestos de la Generalitat. El consejero de Economía, Antoni Castells, todavía no tiene claro cuánto menos crecerá la economía catalana o, al menos, no lo ha oficializado. Pero sí ha reconocido en público que "la realidad es más dura de lo que se había previsto". El 3% estimado en otoño pasado ya se situó siete décimas por debajo del incremento del producto interior bruto (PIB) catalán en 2007.

Lo hizo a finales de febrero, cuando en una conferencia dijo, a título informal, que el crecimiento de Cataluña se situaría en torno al 2,7% o 2,8%, de acuerdo con la previsión de la Comisión Europea para el conjunto de España. La semana pasada, en la presentación de la liquidación de la recaudación de 2007, que cayó un 5,6% -la Generalitat dejó de ingresar 1.141 millones de euros respecto a los previstos por el parón inmobiliario -dio por buena una horquilla de entre el 2,5% y el 2,6%, en línea con el consenso de los analistas para España, donde el ministro Pedro Solbes todavía mantiene su previsión del 3,1%.

La Generalitat se plantea situar el aumento del PIB por debajo del 3%

Antoni Castells no tiene intención de comunicar la revisión hasta, como mínimo, finales de abril, posiblemente coincidiendo con la liquidación de los presupuestos de 2007. Sus colaboradores están recabando los datos más recientes para afinar al máximo. "Tenemos que ir viendo como se va concretando la realidad", señaló Castells.

Y es que a medida que avanza el año se va confirmando que la desaceleración económica, motivada por la crisis inmobiliaria y bancaria que las hipotecas basura originaron el verano pasado en Estados Unidos, es cada vez más profunda, a tenor de los datos y las noticias que se han ido sucediendo en los últimos días.

El parón, pese al mensaje de de confianza y optimismo que se esfuerza en insuflar Castells cada vez que tiene la oportunidad,apelando a los "sólidos fundamentos" de la economía catalana, tiene muchos visos de trasladarse a las cuentas públicas.

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Los presupuestos parsa 2008 contemplan un crecimiento de los ingresos de la Generalitat de casi un 6%, hasta superar los 22.400 millones de euros. "Pero los datos que vamos teniendo están por debajo de lo que habíamos presupuestado", reconoció el secretario general del Departamento de Economía, Martí Carnicer.

Los analistas lo tienen muy claro. Los más optimistas son el servicio de estudios del BBVA, que a principios de enero pronosticó un aumento del PIB catalán del 2,7%, y Caja España, que se apuntó a la misma cifra la semana pasada.

En cambio, los servicios de estudios de Caixa Catalunya y la Cámara de Comercio de Barcelona, respectivamente, cuyas previsiones del 3%-3,1% datan de finales de 2007, no dudan en rebajarlas. Como Castells, ninguna de las dos instituciones se ha mojado aún. Lo harán en los próximos días. Pero las dos dan por buena la horquilla de entre 2,5% y el 2,6%. El autor de los estudios de Caixa Catalunya, el economista Joseo Oliver, coincide con el diagnóstico del consejero: la mayor crisis viene de la construcción residencial, que es el 35% de todo el sector, y se compensará con una mayor inversión en obra pública.

"Estamos en un ajuste que ahora empieza, pero no será tan dramático", tranquiliza Oliver. "Seguramente es saludable que el peso de la construcción vuelva a situarse en sus justos términos. Se destruirán puestos de trabajo, entre 700.00 y 800.000 en el conjunto de España hasta 2010, pero ahora hay 21 millones de personas que trabajan; en 1993 habría 12 millones", señala.

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