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Italia acepta que la UE examine su 'mozzarella'

Bruselas descarta paralizar la exportación del queso

Jornada feliz, por fin, para la mozzarella de búfala campana, una de las joyas tradicionales del made in Italy. Menos de 24 horas después de ser amenazada con sanciones, Italia confirmó a la Comisión Europea que había retirado del mercado las partidas contaminadas con dioxinas, propuso su disponibilidad a realizar controles más completos y a hacerlos a medias con la UE, y Bruselas consideró las garantías suficientes.

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Nina Papadoulaki, portavoz del Comisario de Sanidad de la CE, Androula Vassiliou, rectificó lo anunciado el día anterior y señaló que no hay riesgo para la salud porque el nivel de sustancias potencialmente cancerígenas hallado en los análisis es poco elevado. Sólo sería nocivo para alguien que comiera más de cuatro kilos semanales durante mucho tiempo.

El movimiento de Francia, que anunció por la mañana que procedía a retirar de las tiendas la mozzarella importada de Italia -luego se echó atrás-, pareció despabilar del todo a la diplomacia italiana, que la noche anterior había apelado al verbo nacionalista para rechazar los "ataques foráneos" al sector lácteo.

La ministra de Sanidad en funciones, Livia Turco, propuso a la UE que las muestras que se tomen en los próximos controles de leche de búfala sean analizadas en laboratorios italianos y europeos a la vez. Y aseguró que un número muy alto de las queserías de la región campana, especialmente de las provincias de Nápoles y Caserta, se han mostrado dispuestas a someterse a ese programa de control lo antes posible.

Del lejano Oriente, donde surgió la alarma, llegaron también señales tranquilizadoras: el ministerio de Sanidad japonés informó de que había levantado el bloqueo parcial a las partidas dudosas de mozzarella, de búfala y de vaca, producidas en Campania y que llevaban unos días paradas en las aduanas de Tokyo y Osaka. Corea del Sur hiló más fino y solo liberó los quesos, pero no la mozzarella.

Algunos comerciantes napolitanos no tardaron en pegar fotocopias con la buena noticia en los escaparates. En la populosa Vía Toledo servían anoche con renovada esperanza algunas pizzas con mozzarella fresca, e incluso un par de solomillos de búfala.

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