El mal tiempo aguó la ocupación hotelera durante Semana Santa
Las oficinas de turismo recibieron más visitantes que el pasado año
Las previsiones meteorológicas se cumplieron y el mal tiempo se convirtió en un protagonista indeseable durante la pasada Semana Santa, sobre todo a partir del sábado. Este panorama aguó la ocupación hotelera en las tres capitales, que se situó entre un 10 y un 15% por debajo de la registrada el pasado año en estas mismas fiestas. Sin embargo, las oficinas de turismo de las tres ciudades atendieron a más visitantes que en 2007.
Catalanes y madrileños siguen encabezando las visitas a Euskadi
A falta del balance preciso que facilita cada mes el Eustat sobre la entrada de viajeros y las pernoctaciones, el análisis inicial parece dejar claro que la Semana Santa ha sido más floja en los establecimientos hoteleros que la del año pasado. La impresión es la misma entre los hosteleros, aunque siempre es difícil generalizar, porque hay restaurantes y bares a los que les ha ido bien.
La ocupación hotelera en la capital vizcaína entre el jueves y el domingo fue de una media del 65%, lo que supone un 15% menos que la pasada Semana Santa, según indicó ayer el gerente de Destino Bilbao, Fernando Sánchez. Tiene claro que este descenso se debe al "mal tiempo", que provocó que un buen número de turistas esperara hasta última hora para desplazarse o no, y, al comprobar que la climatología no iba a acompañar, decidió optar por "destinos con mejores condiciones meteorológicas".
Pese a las inclemencias del tiempo, las oficinas de Bilbao Turismo atendieron a 10.958 personas, lo que se traduce en un incremento del 23% respecto al año anterior. El 63% de los turistas procedían del resto de España, con los catalanes a la cabeza, seguidos de gallegos, valencianos y madrileños. El 19% llegó del extranjero, la mayoría de Francia, mientras que el 18% restante era de Euskadi. El jueves y el viernes fueron los días de mayor actividad.
El Casco Viejo se consolidó como "el corazón turístico" de la villa, donde cientos de personas llenaron bares y restaurantes, informó Bilbao Turismo. En esta zona se celebraron los espectáculos de calle organizados por el Ayuntamiento para animar estos días, que atrajeron a unas 6.000 personas.
El secretario general de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Vizcaya, Ángel Gago, confirmó que el Casco Viejo es una zona "consolidada", pero comentó que la actividad en los bares y restaurantes del resto de la ciudad fue "muy irregular". En su opinión, sería preciso impulsar zonas alternativas al Casco Viejo, como la ribera de la Ría y Artxanda, que sirvieran de complemento.
En San Sebastián, la ocupación hotelera también se resintió por el mal tiempo y bajó en torno al 10%, situándose alrededor del 74% de media, si bien el jueves y el viernes rozó el 90%.
Como en Bilbao, el paso de viajeros por la oficina de turismo subió, hasta alcanzar las 5.594 personas, es decir, un 3,3% más que la pasada Semana Santa. El 80,3% procedía del resto de España, sobre todo de Cataluña (40,2%), a la que le sigue Madrid, Valencia y Galicia. Pero es cierto que mucha gente optó por adelantar al sábado su vuelta a casa en vista de la lluvia y el frío, según reconoció el concejal donostiarra de Turismo, Enrique Ramos.
El presidente de la Asociación de Empresarios Hosteleros de Guipúzcoa, Mikel Uba-rrechena, fue tajante. El miércoles y el jueves los bares y restaurantes "se defendieron". En cuanto al resto de los días, no dudó en calificar esta Semana Santa como "la peor" de los últimos cinco años.
Vitoria no se libró de esta tendencia. La ocupación hotelera se situó entre el 70 y el 80%, frente al 90% del año pasado. Y la actividad hostelera también fue "peor", apuntó el gerente de la asociación alavesa, Rafael Ugarte. También aquí la oficina de turismo atendió a más gente: 4.010 personas, un 4,5% más que en 2007. La mayoría viajó desde otras comunidades.
La asociación Nekazalturismo, que agrupa al 80% de los agroturismos y casas rurales de Euskadi, hizo un balance "positivo" al registrar una ocupación de casi el 83%, aunque reconoció "un ligero" descenso frente a la pasada Semana Santa.
Polémica en torno al comercio
Pese a ser consciente de los "problemas operativos" que les pueda suponer la apertura en festivos, el concejal de Turismo de San Sebastián, el socialista Enrique Ramos, se lamentó ayer de que la mayoría de los comercios de la ciudad haya permanecido cerrado durante los seis días que ha durado este año la Semana Santa en Euskadi; máxime cuando ha hecho tan mal tiempo.
A su juicio, los establecimientos deberían haber aprovechado esta oportunidad y haber abierto sus puertas, ya que considera que quizá mucha gente hubiera aprovechado para hacer "turismo de compras". En cualquier caso, indicó que se está trabajando con el sector en este asunto y que habrá que hacer "algo" al respecto.
En una línea parecida, el presidente de la Asociación de Empresarios Hosteleros de Guipúzcoa, Mikel Ubarrechena, señaló que no basta con el atractivo de la gastronomía que ofrece San Sebastián para atraer y retener a los turistas, sino que habría que complementarlo con una mayor oferta cultural y comercial.
La presidenta de la Federación Mercantil de Guipúzcoa, Teresa Cormenzana, recordó que tienen pedida una reunión con el Ayuntamiento para tratar este tema. Un asunto nada sencillo del que destacó dos aspectos. Por un lado, las dificultades con las que se encuentran los comerciantes para abrir en festivos, porque tienen que lidiar con "las leyes, los convenios, los sindicatos y los derechos laborales de los trabajadores". "No siempre podemos elegir", afirmó. Pero es que además, "con un tiempo de perros", no ve claras las posibilidades de negocio más allá de la Parte Vieja, donde sí hubo muchos comercios abiertos. "Cuando ve negocio, el comercio abre; y cuando no, no", enfatizó.
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