Los partidos no observan en principio cambios en el discurso de Urkullu

Las fuerzas políticas vascas han recibido con cautela la reflexión que hizo el sábado el PNV en su asamblea nacional, donde no se menciona ni el plan Ibarretxe ni los plazos para su puesta en marcha. Todas las formaciones ven lógico que Íñigo Urkullu, presidente del partido, asumiera que los resultados electorales eran malos, pero poco más. Ninguno se atreve a decir que hay un cambio de discurso y colocan al PNV en la ambigüedad. Sus socios de Gobierno (EB y EA) se mantienen a la espera para saber si la formación nacionalista que lidera el Gobierno les plantea algún tipo de cambio de posiciones, mientras, consideran que todo permanece igual.

Los partidos no ven un giro en el PNV sino ambigüedad

Rodolfo Ares, secretario de organización de los socialistas vascos, entiende que el PNV ha abierto un periodo de "reflexión" con el objeto de afrontar sus malos resultados y que habrá que esperar. Dicho esto, asegura que no tiene ningún conocimiento de que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y su Gobierno haya retirado su hoja de ruta, si no más bien al contrario.

Maquillaje

Este mismo planteamiento lo hace el secretario general del PP del País Vasco, Carmelo Barrio, quien considera que los nacionalistas han hecho una mera operación de "maquillaje" sin atreverse a entrar en el fondo del problema. "Lo de siempre. Poner cara de buenos y no coger el toro por los cuernos", indica. Barrio cree "triste" la situación que atraviesa el PNV, donde no se atreven a rectificar y el golpe electoral les ha dejado "groguis".

Las dos formaciones que comparten el Gobierno tripartito con el PNV casi optan por el silencio. Desde Ezker Batua prefieren esperar a hacer un análisis a que los nacionalistas presenten algo concreto sobre lo que poder opinar. De hecho, se escudan en que el PNV no ha trasladado ningún cambio de planes al Gobierno.

El portavoz parlamentario de EA, Rafael Larreina dio ayer pasos en la misma dirección. Destacó, en declaraciones a Europa Press, que su formación "no tiene que variar la posición que mantiene ahora mismo de defensa del derecho a decidir y del programa del Gobierno". El sábado Urkullu no hizo mención en su declaración institucional al derecho a decidir, uno de las constantes en su discurso durante la campaña electoral. Larreina aseguró que su objetivo es defenderlo "hasta el final de la legislatura".

"El compromiso de EA con la defensa del programa electoral y el respaldo al lehendakari ha sido claro, firme, rotundo e indubitado a través de estos años y lo vamos a seguir siendo. Hemos sido el único que hemos mantenido ese apoyo de forma clara, sin dudas, sin controversias o contradicciones", dijo.

El análisis de las formaciones no nacionalistas le lleva a interpretar el mensaje de Urkullu en la ambigüedad. Ares asegura que lo prudente es esperar para ver cómo actúa el Gobierno sobre la "consulta, el derecho a decidir, los planes y el resto de los problemas a los que se enfrenta la sociedad vasca".

Barrio señaló que la reacción "estética" del PNV oculta probablemente una crisis interna entorno al plan Ibarretxe. Además, asegura que los nacionalistas saben que sus votantes han perdido la fidelidad y que una vez que han cambiado el voto en una ocasión es más fácil volver a hacerlo. Los populares consideran que Ibarretxe "ha hundido" a su partido y que no se ve en la declaración de Urkullu del sábado un propósito de enmienda; algo de los que se regocija. Creen sencillamente que esperan que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, les eche un salvavidas.