El Banco de Alimentos repartió comida a 130.000 barceloneses
La fundación gestionó 8.000 toneladas en 2007
La Fundación Banco de Alimentos distribuyó el pasado año excedentes de alimentos a 130.000 personas que viven en situación de pobreza en Barcelona y su área metropolitana, según explicó a Europa Press la directora de la fundación, Montserrat Gispert. El banco recibió 2.300 toneladas de alimentos sobrantes de empresas y 6.000 toneladas de comida de los excedentes de la Unión Europea que ésta transforma en alimentos. En total, durante el pasado año la fundación gestionó 8.500 toneladas. Gispert explicó que el objetivo de la fundación es "luchar contra el malgasto de alimentos" y concienciar a las empresas de la utilidad de productos alimenticios que "no son comerciables pero sí consumibles". Entre éstos, están los productos característicos de una época del año pero que se pueden consumir posteriormente, como el turrón; alimentos que se usan durante una campaña promocional, y excedentes de producción, entre otros. "Proponemos a las empresas que nos los den, en vez de tirarlos, y contribuir así a un mundo solidario", señaló Gispert, quien reclamó a las empresas que "estén atentas" a los excedentes productivos que puedan tener y a todos aquellos que puedan quedar fuera de la cadena comercial.
Las empresas que deciden entregar productos lo hacen en un almacén que el banco tiene habilitado en Barcelona y distribuyen los alimentos a través de una red de entidades, que, según explicó la directora, alcanza las 300. Además, toda la actividad se basa en el voluntariado. Estas entidades, que van desde asociaciones de vecinos y hospitales a parroquias, se encargan de hacer llegar la comida a los más necesitados. En ese colectivo hay gente mayor con pocos recursos, familias desestructuradas, personas que viven solas y otras que padecen enfermedades, entre otras. "Se come cada día y, sin embargo, a menudo las pensiones no permiten cubrir las necesidades básicas", apuntó Gispert.
Gispert aseguró que "cada vez hay más gente" que está en situación de pobreza y puntualizó que muchas veces no es de forma fija, sino "coyuntural". En ese colectivo situó a los recién llegados que tienen problemas para cubrir las necesidades básicas hasta que consiguen un trabajo y se asientan en la sociedad.
Señaló que la responsabilidad social de las empresas también "aumenta" porque les gusta colaborar en esa actividad. La directora del Banco de Alimentos comentó que en ocasiones es difícil para los empresarios identificar qué sobrantes pueden ser utilizados, por lo que desde la fundación hacen hincapié en la necesidad de "gestionar para que no se conviertan en residuos".
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